La salsa de ajo es una joya culinaria que eleva cualquier experiencia de parrilla. Su versatilidad y profundidad de sabor la convierten en la acompañante ideal de carnes, verduras y hasta panes tostados.
Aquí te revelo cómo lograr una salsa de ajo perfecta, con un toque personal y consejos para que sea un éxito en tu próxima reunión.
¡Manos a la obra!
Ingredientes
- 1 Cabeza de ajo
- 1 cdita de Mantequilla o manteca (o aceite de oliva, para una versión más ligera)
- 1 cda de Nata, crema o yogur griego (opcional)
- Jugo de medio limón o 1 cucharada de vinagre
- Sal, al gusto
- Pimentón picante, al gusto
- Perejil fresco finamente picado
Preparación
- Asado del ajo:
Precalienta el horno a 200 °C. Corta la parte superior de la cabeza de ajo para exponer ligeramente los dientes, rocíalos con un poco de aceite de oliva y envuélvela en papel de aluminio. Asa durante 30-40 minutos hasta que los dientes estén tiernos y caramelizados. - Mezcla base:
Una vez asado, exprime los dientes de ajo en un recipiente. Añade la manteca o el aceite de oliva mientras el ajo aún esté caliente, y mézclalo bien para formar una pasta suave. - Ajustes de sabor:
Incorpora el jugo de limón o el vinagre, la nata o el yogur griego (si deseas una textura más cremosa), y sazona con sal y pimentón picante al gusto. - Toque final:
Termina con una lluvia de perejil fresco finamente picado para aportar frescura. Mezcla bien y sirve tibia o fría.
También te sugerimos: ¡Cortar los tomates cherry y ponerlos en un frasco junto con el aceite, el ajo y la albahaca!
Consejos adicionales:
- Textura ideal: Si prefieres una salsa más homogénea, utiliza una batidora de mano o un procesador de alimentos.
- Versión más ligera: Sustituye la mantequilla por aceite de oliva y elimina la crema o el yogur para una versión más saludable.
- Maridaje perfecto: Esta salsa combina maravillosamente con cortes de carne ahumados, verduras a la parrilla o como dip para acompañar panes rústicos.
- Almacenamiento: Guarda en un frasco hermético en la heladera por hasta 3 días.
- Versiones aromáticas: Mezcla hierbas frescas como eneldo, albahaca o cebolla de verdeo junto con el perejil para diversificar el perfil de sabor.
- Prolongar la vida útil: Agrega un chorrito de aceite de oliva sobre la superficie de la salsa antes de refrigerarla para evitar que se oxide y conserve su frescura.
Disfruta de esta salsa de ajo como el toque especial que hará que tu parrilla destaque entre todas. ¡Prepárala y sorprende a tus comensales con su sabor único!