Este postre combina la delicadeza de un bizcocho esponjoso con una crema suave y un toque afrutado, creando un equilibrio perfecto entre sabores y texturas.
Es ideal para compartir en celebraciones o para disfrutar como un capricho dulce en cualquier momento.
Cómo preparar Pastel de miel relleno
Para preparar este delicioso pastel, vas a necesitar:
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 14 cucharadas de aceite
- 14 cucharadas de azúcar
- 8 cucharadas de leche
- 4 cucharadas de miel
- 4 huevos
- 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
- 500-600 g de harina tamizada
Para la crema:
- 1 litro de leche
- 350 g de azúcar
- 4 sobres de azúcar de vainilla
- 7 cucharadas de harina
- 200 g de margarina
- 1 tarro grande de mermelada o gelatina de albaricoque
Preparación:
1. Preparar el bizcocho:
- Precalienta el horno a 180 °C.
- En un bol grande, mezcla el aceite, el azúcar, la miel, los huevos y la leche hasta que estén bien combinados.
- Añade el bicarbonato y la harina tamizada poco a poco hasta obtener una masa suave y homogénea.
- Divide la masa en dos partes iguales y hornea cada una en un molde rectangular forrado con papel de horno durante 15-20 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio. Deja enfriar completamente.
2. Preparar la crema:
- En una cacerola, mezcla la leche, el azúcar y el azúcar de vainilla. Añade la harina poco a poco, batiendo constantemente para evitar grumos.
- Cocina a fuego medio hasta que espese, removiendo constantemente. Retira del fuego y deja enfriar.
- Cuando esté fría, incorpora la margarina poco a poco, batiendo hasta que la crema esté suave y homogénea.
3. Montar el pastel:
- Coloca una capa de bizcocho en una bandeja y úntala con una capa fina de mermelada de albaricoque.
- Extiende una capa generosa de crema sobre la mermelada.
- Coloca la segunda capa de bizcocho encima y repite el proceso: mermelada y crema.
- Extiende la crema restante sobre los lados y la parte superior del pastel para cubrirlo completamente.
4. Refrigerar:
- Lleva el pastel al refrigerador por al menos 4 horas o, idealmente, toda la noche para que los sabores se mezclen y las capas se asienten.
Sirve el pastel de miel frío, cortado en porciones. Puedes decorarlo con almendras laminadas, coco rallado o un toque adicional de mermelada. ¡Este pastel será el centro de atención en cualquier mesa!