Las albóndigas son un clásico de la cocina que ha conquistado paladares en todo el mundo, gracias a su sabor reconfortante y versatilidad. Esta receta de albóndigas tradicionales es ideal para quienes buscan una comida casera, deliciosa y fácil de preparar.
Con ingredientes sencillos y un proceso de preparación rápido, podrás crear unas albóndigas jugosas y llenas de sabor, perfectas para acompañar con una salsa de tomate casera o con tu salsa preferida.
Además, he añadido algunos consejos prácticos para mejorar su textura y darle un toque único. ¡Prepárate para sorprender a todos con estas deliciosas albóndigas caseras!
Ingredientes
- 500 g de carne molida (o una mezcla con cerdo)
- 2 rebanadas de pan sin corteza
- ½ taza de leche
- 1 huevo
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 3 cucharadas de chile verde o similar, picado
- 3 cucharadas de queso parmesano rallado (opcional)
- Sal y pimienta negra al gusto
- Aceite para freír
Preparación
- Remoja el pan en la leche: Coloca las rebanadas de pan en un recipiente pequeño y cúbrelas con la leche. Deja que se ablanden unos minutos, luego exprímelas suavemente para eliminar el exceso de leche y desmenúzalas. Esto le dará a las albóndigas una textura suave y esponjosa.
- Prepara la mezcla de carne: En un bowl grande, coloca la carne molida, el pan remojado, el huevo, la cebolla picada, el ajo, el chile verde y el queso parmesano rallado si decides usarlo.
- Condimenta: Añade sal y pimienta negra al gusto y mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. No amases demasiado la carne para que las albóndigas no queden duras.
- Forma las albóndigas: Con las manos limpias, toma porciones pequeñas de la mezcla y forma bolitas del tamaño de una nuez. Trata de que sean de tamaño similar para una cocción uniforme.
- Fríe las albóndigas: Calienta suficiente aceite en una sartén grande a fuego medio. Fríe las albóndigas en tandas, dándoles la vuelta ocasionalmente hasta que estén doradas por todos lados y bien cocidas en el interior (aproximadamente 8-10 minutos).
- Sirve: Retira las albóndigas del aceite y colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Puedes acompañarlas con una salsa de tomate casera o servirlas solas como aperitivo.
Te recomendamos: ¡Nadie había hecho algo así antes! ¡La carne se deshace en la boca como mantequilla!
Consejos adicionales:
- Ajusta el nivel de picante: Si prefieres un toque más suave, reduce la cantidad de chile verde o sustitúyelo por pimiento verde.
- Textura: El pan remojado es clave para unas albóndigas suaves, así que no omitas este paso.
- Toque extra de sabor: Para unas albóndigas más sabrosas, puedes agregar un poco de perejil fresco picado o albahaca a la mezcla.
¡Disfruta de estas albóndigas caseras llenas de sabor y con un toque de queso parmesano que sorprenderá a todos!