Pechuga de pollo rellena de queso y espinacas envuelta en tocino.

Cuando querés salir de la rutina y preparar algo sabroso, nutritivo y con una presentación que sorprenda, esta receta es una opción infalible. Las pechugas rellenas combinan lo mejor de todo: proteínas magras, vegetales y un toque irresistible de panceta crocante. Además, se preparan en menos de una hora y no requieren técnicas complicadas.

Tiempo estimado

  • Preparación: 10 minutos

  • Cocción: 25 a 30 minutos

  • Total: 35 a 40 minutos

  • Rinde: 4 porciones

Ingredientes

  • 4 pechugas de pollo (sin hueso ni piel)

  • 150 g de espinaca fresca picada (podés usar cocida si preferís)

  • 100 g de queso mozzarella rallado o en hebras

  • 4 a 6 tiras de panceta ahumada

  • 1 cucharada de aceite de oliva

  • Sal y pimienta a gusto

  • ½ cucharadita de ajo en polvo

Cómo prepararla paso a paso

Paso 1: Preparar el pollo

Hacé un corte en cada pechuga, tipo bolsillo, sin llegar a los bordes. Condimentá con sal, pimienta y ajo en polvo.

Paso 2: Armar el relleno

Mezclá la espinaca picada con el queso. Rellená cada pechuga sin que se desborde. Si querés, podés agregarle un toque de nuez moscada al queso.

Paso 3: Envolver

Envolvé cada pechuga con 1 o 2 fetas de panceta. Aseguralas con escarbadientes o hilo de cocina.

Paso 4: Sellado

En una sartén con aceite caliente, dorá las pechugas 2-3 minutos por lado hasta que la panceta quede crocante. Este paso ayuda a sellar jugos y suma textura.

Paso 5: Cocción al horno

Pasá las pechugas a una fuente o meté directamente la sartén al horno si es apta. Cociná a 200°C durante 20-25 minutos.

Paso 6: Reposo

Una vez listas, dejalas descansar unos minutos antes de servir para que los jugos se redistribuyan.

Ideas para acompañar

  • Clásicos: papas rústicas al horno, puré mixto (papa y calabaza), arroz blanco.

  • Livianos: ensalada fresca de hojas verdes, quinoa con vegetales, zapallitos grillados.

  • Con salsas: tomate albahaca, reducción de aceto, salsa de mostaza y miel.

Tips adicionales

  • Si querés hacerla sin horno, podés cocinar las pechugas en sartén con tapa a fuego bajo hasta que estén cocidas por dentro.

  • Para un relleno más cremoso, podés mezclar el queso con un poco de queso crema o ricota.

  • Esta receta también se puede congelar una vez armada (sin cocinar), ideal para tener una comida lista en el freezer.

Conclusión

La pechuga rellena envuelta en panceta es una combinación ganadora: simple de preparar, adaptable a lo que tengas en casa y con un resultado digno de restaurante. Es perfecta para una comida especial, pero también tan práctica que podés hacerla cualquier día de la semana. Si buscás una receta que guste a todos, sea rica y se vea increíble, esta es la indicada. Probala, y seguro se convierte en un clásico de tu cocina.