Hay recetas que nos hablan al corazón, que con solo sentir su aroma nos devuelven a las meriendas en lo de la abuela, a los frascos sobre la alacena o a esas sobremesas largas de invierno. La compota de zapallo en trozos es una de esas preparaciones que nunca pasan de moda. Se hace con ingredientes simples y mucho cariño, y lo mejor es que se puede disfrutar durante semanas.
Ingredientes básicos
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1 kg de zapallo (tipo anco o criollo)
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500 g de azúcar
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3 ramas de canela
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5 clavos de olor
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1 taza de agua
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Jugo de ½ limón
Un poco de historia
La compota de zapallo es una receta tradicional que se viene preparando desde hace generaciones en distintos rincones del país. En las zonas rurales, era una forma de conservar el zapallo durante más tiempo y aprovechar al máximo la cosecha. No solo se hacía por el sabor, sino también por el valor de compartir y regalar algo hecho en casa. Muchas veces se intercambiaban frascos entre vecinos, especialmente en invierno.
¿Qué zapallo elegir?
El zapallo anco (también conocido como butternut) es ideal por su textura firme y sabor suave. También se puede usar zapallo criollo o incluso calabaza, aunque esta última suele ser más húmeda y delicada. Lo importante es que la pulpa sea densa y de color naranja intenso, lo que garantiza una compota sabrosa y vistosa.
Paso a paso detallado
1. Cortar el zapallo
Pelá y cortá el zapallo en cubos medianos (3-4 cm). Si los dejás muy chicos, pueden deshacerse durante la cocción.
2. Remojar (opcional)
Podés dejar los trozos en agua con una pizca de bicarbonato por 10-15 minutos. Esto mejora la textura y evita que se desarmen.
3. Preparar el almíbar
En una olla grande, disolvé el azúcar en el agua a fuego medio. Cuando empiece a hervir, sumá el zapallo, la canela y los clavos.
4. Cocinar a fuego lento
Dejá que se cocine durante 45 a 50 minutos, sin revolver demasiado. El zapallo debe quedar tierno, translúcido, y el almíbar debe espesar.
5. Agregar el limón
Al final, incorporá el jugo de limón. Cociná 5-10 minutos más. Este paso realza el sabor y ayuda a conservar mejor.
6. Envasar
Dejá enfriar por completo. Colocá en frascos esterilizados, cubriendo bien con el almíbar. Guardá en heladera o lugar fresco.
Usos y combinaciones
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En desayunos y meriendas: sobre pan casero, tostadas o galletitas.
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Como postre: servida sola, con un poco de crema o helado.
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Con quesos: va perfecto con queso cremoso, queso de campo o incluso quesos duros tipo pategrás o sardo.
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En recetas dulces: como relleno de tartas, empanadas dulces o budines.
Consejos útiles
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Querés más sabor? Sumale un toque de vainilla o cáscara de naranja en la cocción.
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Textura más firme: cociná con la olla destapada y no remuevas durante el hervor.
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Evitá moho: asegurate de que el almíbar cubra todo el zapallo al envasar.
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Conservación: bien cerrada y en heladera, puede durar más de un mes.
Conclusión
La compota de zapallo es mucho más que una simple conserva: es un puente con nuestras raíces, con las costumbres de antes, con lo simple y sabroso. Es una forma de mantener vivas las recetas de familia y de reconectarnos con una cocina más consciente, donde lo casero vale oro. Y lo mejor de todo es que es fácil, económica y llena de sabor.
Hacela, compartila, guardala… y cada vez que la pruebes, vas a sentir que un pedacito de historia se sirve en tu mesa.