La mejor receta para deliciosas donas. Muy esponjoso y no absorbe aceite.

¿Querés preparar donas esponjosas en casa sin que queden pesadas ni grasosas? Esta receta es un clásico familiar que nunca falla. Es ideal para quienes buscan una opción casera, sabrosa y más liviana que las que se compran. La clave está en una masa bien aireada, una fritura controlada y algunos secretos que te vamos a contar para que salgan perfectas.

Estas donas no solo no absorben aceite, sino que además mantienen su forma y frescura por más tiempo. Y lo mejor: se pueden personalizar con toppings, rellenos y hasta adaptar para horno o freidora de aire.


¿Por qué esta receta no absorbe aceite?

El secreto está en la fermentación adecuada y la temperatura justa del aceite. Una masa bien leudada forma una estructura interna con aire, que hace que las donas floten al freírlas. Si el aceite está en su punto (ni frío ni humeante), las donas se doran rápido por fuera sin necesidad de absorber el aceite, sellando su exterior y dejando el interior liviano y húmedo.


Ingredientes para aproximadamente 20 donas medianas

  • 200 ml de leche tibia

  • 100 ml de agua tibia

  • 11 g de levadura seca (1 sobre)

  • 1 cucharada de azúcar

  • 1 cucharadita de sal

  • 1 huevo

  • 1 cucharadita de manteca blanda (a temperatura ambiente)

  • 4 a 4½ tazas de harina (aproximadamente)

  • Un chorrito de aceite vegetal (opcional en la masa)

  • Aceite vegetal neutro para freír (girasol o canola)


Preparación paso a paso

1. Activar la levadura

  • Mezclá el agua tibia, la levadura y el azúcar en un bowl.

  • Dejá reposar 10 minutos hasta que se forme espuma. Si no reacciona, descartá y usá otro sobre.

2. Armar la masa

  • Agregá la leche tibia y el huevo batido.

  • Incorporá la harina de a poco y empezá a mezclar con cuchara o a mano.

  • Sumá la sal cuando la masa ya esté casi armada (evitá el contacto directo con la levadura).

  • Agregá la manteca blanda y amasá hasta que se integre completamente. La masa debe quedar suave y apenas pegajosa.

3. Primer levado

  • Cubrí el bowl con un repasador o film y dejá en un lugar cálido 1 hora o hasta que duplique su volumen.

4. Formar las donas

  • Volcá la masa sobre una superficie apenas enharinada.

  • Dividila en porciones iguales (tipo bollitos).

  • Dejalas descansar 10 minutos tapadas con un paño.

  • Hacé el agujero en el centro con el dedo o un cortador de donas.

5. Segundo levado

  • Colocá las donas formadas en una bandeja con papel manteca. Cubrilas y dejalas reposar 30 minutos más.

6. Freír

  • Calentá el aceite a 170–180 °C.

  • Freí de a pocas por vez, 1 minuto por lado o hasta que estén doradas.

  • Retirá sobre papel absorbente.

7. Decorar

  • Espolvoreá con azúcar impalpable o pasalas por una mezcla de azúcar y canela.

  • También podés sumergirlas en chocolate derretido, glaseado de vainilla, dulce de leche, miel o crema pastelera.


Opciones para todos los gustos

  • Versión al horno: Hornealas a 180 °C durante 12–15 minutos y pintalas con manteca al salir. Quedan más livianas pero menos doradas.

  • Freidora de aire: Cocinalas 6–8 minutos a 180 °C. Ideal si querés algo intermedio entre horneado y frito.

  • Relleno dulce: Una vez frías, podés rellenarlas con dulce de leche, crema, mermelada o Nutella con una manga.

  • Donas estilo americano: Glasealas con mezcla de azúcar impalpable, leche y esencia de vainilla para lograr ese brillo clásico.


Tips para que te salgan perfectas

  • Temperatura del aceite: Ni fría (se llenan de grasa), ni muy caliente (se queman por fuera). Lo ideal es usar termómetro o probar con un pedacito de masa.

  • Masa bien descansada: No te saltees los tiempos de levado. Una buena fermentación hace que no absorban aceite.

  • Aceite limpio: Si hacés muchas tandas, cambiá el aceite cuando empieza a oscurecerse o largar humo.

  • Conservación: Guardalas en un tupper cerrado hasta 3 días. También podés congelarlas ya cocidas y recalentar en horno o microondas.


Conclusión

Estas donas caseras son una joya: fáciles de hacer, súper esponjosas, no empapadas en aceite y perfectas para cualquier momento del día. Podés hacerlas en familia, para un cumpleaños, una merienda con amigos o simplemente para darte un gusto.