¿Alguna vez te pasó que con solo oler un postre casero sentís que volvés a tu niñez? Bueno, estas magdalenas esponjosas con ricota son eso mismo: un abrazo suave, dulce y cremoso en forma de desayuno o merienda. No tienen complicaciones, se hacen rápido y quedan espectaculares.
Son ideales para compartir en casa, para la vianda del cole, el mate de la tarde o como un mimo dulce en cualquier momento del día. Te cuento cómo prepararlas paso a paso y, de yapa, algunos trucos para darles tu toque personal.
Ingredientes
Para las magdalenas:
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250 g de harina común (0000)
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150 g de ricota o queso tipo ricota (mejor si es semidescremada)
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100 g de azúcar
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2 huevos
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100 ml de leche
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80 ml de aceite neutro (girasol, maíz, etc.)
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1 cucharadita de polvo de hornear
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1 pizca de sal
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Ralladura de limón o esencia de vainilla (opcional, pero suma muchísimo aroma)
Para decorar (opcional):
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Azúcar impalpable
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Canela molida
Paso a paso para hacerlas perfectas
1. Prepará los ingredientes
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Tamizá la harina con el polvo de hornear y la sal.
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Pisá la ricota con un tenedor hasta que quede cremosa, sin grumos.
2. Mezclá los ingredientes húmedos
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En otro bowl, batí los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos.
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Agregá la leche y el aceite, integrando con movimientos suaves.
3. Uní todo
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Incorporá la mezcla de secos a los líquidos en tandas.
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Sumá la ricota y, si querés, ralladura de limón o un chorrito de esencia de vainilla.
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Mezclá justo hasta unir. No sobrebatas, así quedan más aireadas.
Tip: si ves que el batido queda muy espeso, podés agregar una cucharada más de leche.
4. Al horno
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Precalentá el horno a 180 °C.
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Prepará una bandeja para magdalenas con pirotines o enmantecala y enharinala.
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Llená cada cavidad hasta ¾ parte.
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Horneá de 20 a 25 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio.
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Dejá enfriar sobre una rejilla.
Cómo servirlas y conservarlas
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Espolvorealas con azúcar impalpable o una mezcla de azúcar y canela para darles un toque extra.
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Podés acompañarlas con un café, té, mate o incluso yogur.
Conservación:
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A temperatura ambiente: hasta 3 días en frasco hermético.
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En heladera: duran bien hasta 5 días.
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En freezer: hasta 2 meses. Para descongelar, dejalas a temperatura ambiente o calentá unos segundos en microondas.
Variantes para no aburrirse nunca
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Con fruta: Agregá arándanos, frutillas, duraznos en cubos o manzana rallada.
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Con chocolate: Sumá chips de chocolate o una cucharada de cacao al batido.
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Con crocante: Espolvoreá nueces, almendras o coco rallado antes de hornear.
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Sin azúcar refinada: Podés usar miel o azúcar mascabo en vez de blanca.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de queso?
Sí, ricotta, queso crema tipo americano o incluso mascarpone. Todos funcionan bien.
¿Se pueden congelar?
Totalmente. Una vez frías, ponelas en bolsas con cierre y sacá solo las que necesites.
¿Puedo reemplazar el aceite por manteca?
Sí, podés usar la misma cantidad de manteca derretida para un sabor más tradicional.
Conclusión
Estas magdalenas con ricota no solo son fáciles y ricas, sino que te transportan a esos momentos de cocina casera que tanto disfrutamos de chicos. Hacelas una vez y seguro las sumás a tu recetario de todos los días. Además, son súper versátiles y admiten mil versiones.