Limpié el horno a brillante: ¡una tableta en agua hirviendo y sin esfuerzo!

¿Tu horno está lleno de grasa, manchas secas y olor a comida vieja? No sos el único. Es uno de esos rincones de la cocina que postergamos limpiar… hasta que no da para más. Pero no te preocupes, no hace falta usar productos tóxicos ni pasarte horas fregando. Con estos métodos caseros y unos pocos ingredientes que ya tenés en casa, vas a poder dejarlo impecable y sin esfuerzo.


Opción 1: Pasta mágica de bicarbonato y agua (ideal para hornos con mugre pesada)

Ingredientes:

  • ½ taza de bicarbonato de sodio

  • Un poco de agua

  • Un trapo o esponja

  • Opcional: vinagre blanco en spray para terminar

Cómo se hace:

  1. Prepará una pasta espesa con el bicarbonato y unas cucharadas de agua.

  2. Aplicala sobre las superficies internas del horno, evitando los resistencias o componentes eléctricos.

  3. Dejala actuar entre 8 y 12 horas, lo mejor es dejarla toda la noche.

  4. Retirá con un trapo húmedo o esponja. Si hace falta, rociá un poco de vinagre para neutralizar restos y dar brillo.

  5. Secá con un trapo limpio. ¡Listo! El horno va a quedar como nuevo.

Tip extra: Si el horno tiene ventilación, podés dejar la puerta entreabierta mientras actúa la mezcla, para evitar olores concentrados.


Opción 2: Spray exprés de vinagre y agua caliente (para mantenimiento semanal)

Ingredientes:

  • 1 parte de vinagre blanco

  • 1 parte de agua bien caliente

  • Un rociador

  • Trapo o esponja

Paso a paso:

  1. Mezclá todo en el rociador.

  2. Rociá las paredes internas del horno aún tibio (no caliente).

  3. Dejá actuar 10 minutos.

  4. Pasá un trapo húmedo.

  5. Secá con papel o repasador seco.

Ideal para: usar después de cocinar algo con queso, grasa o salsa que salpicó. Así evitás acumulación.


Opción 3: Vapor y paciencia (para hornos modernos con función de autolimpieza o vapor)

  1. Poné una fuente apta para horno con agua en la rejilla inferior.

  2. Calentá el horno 10-15 minutos a baja temperatura (60-80 °C).

  3. Apagá, dejá cerrada la puerta y esperá 20 minutos.

  4. El vapor afloja toda la suciedad. Después pasás un trapo húmedo y chau mugre.

Consejo: si no tenés esta función, igual sirve como método intermedio cuando hay grasa seca pero no quemada.


¿Y el vidrio del horno?

  • Hacé una pasta con bicarbonato y agua.

  • Aplicala sobre el vidrio interior.

  • Dejá actuar 15 minutos.

  • Retirá con esponja húmeda y secá.

También podés usar el mismo spray de vinagre para un retoque rápido.


Cómo evitar que el horno se ensucie tanto

  • Poné papel aluminio o una bandeja extra en la parte de abajo para que atrape derrames.

  • Si se volcó algo, limpiá cuando el horno aún está tibio, no esperes al día siguiente.

  • No uses detergentes comunes dentro del horno: pueden dejar residuos que largan olor o incluso humos cuando cocinás después.


Conclusión

Limpiar el horno no tiene por qué ser una tortura. Con estos métodos caseros, económicos y seguros, podés mantenerlo siempre listo para cocinar sin esfuerzo. Hacerlo parte de tu rutina —aunque sea una vez por mes— te va a ahorrar tiempo, malos olores y hasta el gasto de productos caros que, muchas veces, ni funcionan del todo bien.

Un horno limpio cocina mejor, no deja olores raros y además… ¡da gusto abrirlo! ¿Querés que armemos un plan de limpieza mensual para toda la cocina? También te puedo enseñar trucos para dejar impecable el microondas, las hornallas o la heladera. Decime y lo preparamos.