Un ritual es una práctica espiritual que busca movilizar energías a través de objetos simbólicos, intenciones claras y actos conscientes. Se usa desde tiempos ancestrales para equilibrar el cuerpo, la mente y el alma. No es necesario ser experto: basta con conectar con uno mismo y tener fe. Elementos como cristales, inciensos, hierbas, mantras o velas se suman para potenciar la intención.
Los rituales con ajo se usaban ya en las culturas griega, egipcia y romana como protección frente al mal, y en América Latina también tienen una fuerte raíz popular. Hoy siguen siendo herramientas accesibles para limpiar la energía de los espacios y del cuerpo.
El ritual con ajo paso a paso
Este ritual, simple pero poderoso, tiene como base un ingrediente muy especial: el ajo. El ajo es un protector natural con gran capacidad para absorber energías negativas y neutralizar el mal de ojo, envidia o cargas que no nos pertenecen.
Qué necesitás:
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1 vaso de cristal transparente (importante que no tenga dibujos ni colores)
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Vinagre blanco
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Sal gruesa
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1 ramita de ruda fresca (recién cortada si es posible)
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1 cabeza de ajo entera (sin pelar)
Cómo se hace:
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Llená el vaso hasta la mitad con vinagre blanco.
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Agregá una cucharada de sal gruesa.
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Sumá la ramita de ruda.
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Colocá la cabeza de ajo encima del resto de los ingredientes (sin que se hunda).
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Decí en voz alta, con convicción: “En este momento corto y devuelvo toda maldición, envidia y daño deseado que no me pertenece.”
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Poné el vaso al lado de tu cama, del lado donde dormís, durante 7 noches seguidas.
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Pasado ese tiempo, tirá todo el contenido lejos de tu casa. El vaso se puede volver a usar, siempre y cuando lo laves bien.
Recomendaciones clave:
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Hacelo de noche, antes de dormir, cuando el cuerpo está más receptivo.
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No lo muevas durante los 7 días. Elegí un lugar donde no lo vayas a tocar ni mover accidentalmente.
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Si el ajo cambia de color o se hunde antes de tiempo, es señal de que absorbió muchas energías negativas. Podés reemplazarlo antes de los 7 días.
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Acompañá el ritual con una limpieza energética del espacio: sahumerios de ruda, lavanda o palo santo son ideales.
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Anotá en un papel tus intenciones antes de comenzar. Esto fortalece el decreto energético.
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Después del ritual, tomá un baño relajante con sal marina o unas gotas de aceite esencial de lavanda. Ayuda a sellar la limpieza energética.
¿Cuándo es mejor hacerlo?
No hay un día específico, pero muchas personas eligen los lunes (para empezar la semana livianos) o los viernes (para cerrar ciclos). Lo más importante es que lo hagas con fe, convicción y en un momento tranquilo.
Conclusión
El ritual con ajo es una herramienta poderosa, accesible y natural para quienes sienten que cargan con cansancio emocional, envidias o malas vibras. No reemplaza una consulta médica o psicológica, pero sí puede complementar un proceso de sanación personal y emocional.
Sumarlo a tu rutina espiritual cada tanto puede ayudarte a mantener tu energía limpia, protegida y enfocada en lo que realmente querés atraer.
Cuidar tu energía no es egoísmo: es amor propio. Y cuando vos estás bien, todo lo demás empieza a fluir.