No hay ritual más argentino que la merienda con facturas y mate. Y si hay una factura que no puede faltar en la mesa, esa es el cañoncito de dulce de leche. Crocante por fuera, suave por dentro, y con ese relleno que nos representa: el dulce de leche.
Ya sea en invierno o en una tarde cualquiera, los cañoncitos son una opción perfecta para compartir en familia, con amigos o simplemente para darte un gusto. Además, esta receta tiene una versión exprés y otra más elaborada para quienes disfrutan del amasado y el horno.
Ingredientes:
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Harina 0000: 400 g
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Sal: 1 cucharadita
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Manteca bien fría: 300 g
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Jugo de limón: 2 cucharadas
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Agua fría: 100 cc
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Dulce de leche repostero: 500 g
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Papel aluminio (para hacer los moldes)
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Azúcar impalpable (para espolvorear)
Preparación paso a paso:
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En un bol, poné la harina con la sal y la manteca en cubos. Integrá con la punta de los dedos hasta que quede una mezcla arenosa.
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Sumá el jugo de limón y el agua fría. Mezclá hasta que se forme una masa suave, sin amasar demasiado.
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Estirá la masa sobre la mesada enharinada en forma de rectángulo.
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Hacé el primer doblez: doblá en tres partes, como si fuera una carta. Llevá a la heladera por 30 minutos.
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Repetí este paso 3 veces más. Estirá, doblá en tres y dejá descansar siempre entre doblez y doblez.
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Estirá la masa hasta que tenga 5 mm de espesor y cortá tiras de unos 2 cm de ancho.
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Hacé varitas con el papel aluminio de aprox. 1 cm de diámetro y enmantecá bien.
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Enrollá las tiras de masa en las varitas de aluminio, dejando espacio entre vuelta y vuelta para que suban bien.
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Llevá al horno precalentado fuerte (200°C) por 10 minutos.
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Bajá la temperatura a media (170°C) y continuá la cocción hasta que estén doraditos.
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Dejales enfriar un poco, desmoldá con cuidado y rellená con dulce de leche repostero usando una manga.
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Espolvoreá con azúcar impalpable y servilos tibios o fríos.
Tipos de masa que podés usar:
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Masa casera tipo hojaldre: la receta de arriba da como resultado una masa liviana, aireada y sabrosa, muy parecida al hojaldre.
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Masa de hojaldre comprada: opción rápida. Solo tenés que cortarla en tiras y armar los cañoncitos.
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Masa de tarta: sirve para una versión más rústica, no tan hojaldrada, pero igual muy rica.
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Masa filo: si querés una textura súper crujiente, podés hacer una versión gourmet usando masa filo y pincelando con manteca entre capas.
Variantes para personalizar:
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Relleno mixto: podés combinar dulce de leche con chips de chocolate o nueces picadas.
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Versión salada: reemplazá el dulce de leche por jamón y queso, queso crema y ciboulette, o una pasta de aceitunas.
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Baño de chocolate: sumergí los extremos de los cañoncitos ya rellenos en chocolate derretido y dejalos enfriar.
Consejos que marcan la diferencia:
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Para más sabor, podés pincelar la masa con un poquito de manteca derretida antes de enrollarla.
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Si no tenés tiempo, usá masa de hojaldre comprada. Quedan bárbaros igual.
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Para un toque crocante extra, pasalos por azúcar antes de meterlos al horno.
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Si querés freezarlos, hacelo antes del horneado. Después los cocinás directo sin descongelar.
Conclusión
Los cañoncitos de dulce de leche son un clásico que nunca falla. La mezcla de texturas y el sabor inconfundible del dulce de leche los convierte en una de las facturas más queridas. Con esta receta casera, podés disfrutarlos recién hechos, calentitos y con ese gustito a «hecho en casa» que tanto emociona.
Probá hacerlos una vez y vas a ver cómo se vuelven infaltables en tus meriendas. Porque si hay algo que nos une a los argentinos, es el mate, la charla… y un buen cañoncito al lado.