Este postre es una verdadera fusión de sofisticación y frescura. El cremoso espumoso con toque de fresa destaca por su textura suave, su dulzura equilibrada y ese inesperado toque burbujeante que lo convierte en una experiencia diferente.
Es perfecto para celebraciones, cenas especiales o incluso como un capricho en una tarde calurosa. La mezcla de la crema, leche condensada y vino espumoso le da un carácter ligero pero indulgente, mientras que el toque de fresa lo envuelve con un aire frutal y refrescante.
Su preparación es sumamente sencilla y no requiere cocción, por lo que es ideal tanto para cocineros principiantes como para quienes buscan algo rápido y tentador.
Ingredientes
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200 g de nata para montar (crema para batir)
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200 ml de nata o crema líquida
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395 g de leche condensada
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1/4 cucharadita de jugo de fresa o frutilla (natural o concentrado)
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1 taza de vino espumoso (puede sustituirse por otra bebida carbonatada como refresco de limón o agua con gas)
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Bolas de colores para decorar (opcional)
Preparación
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Mezclar los líquidos: En una licuadora, combina la nata para montar, la nata líquida y la leche condensada. Procesa durante 1 minuto hasta obtener una mezcla cremosa, homogénea y sin grumos.
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Agregar sabor y frescor: Añade el jugo de fresa y el vino espumoso a la mezcla. Licúa nuevamente durante 30 segundos, lo justo para integrar los ingredientes sin perder el efecto efervescente.
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Refrigerar: Vierte la mezcla en moldes individuales o en un recipiente grande. Refrigera por un mínimo de 4 horas o hasta que la mezcla esté bien cuajada y presente una textura firme y sedosa.
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Decorar y servir: Al momento de servir, decora con bolas de colores o frutas frescas si deseas una presentación más vistosa.
Consejos adicionales
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Gelatina para mayor firmeza: Si deseas que tu postre se mantenga más compacto al desmoldar, puedes añadir 1 sobre (10 g) de gelatina sin sabor, previamente hidratada y disuelta en un poco de la mezcla caliente antes de mezclar en la licuadora.
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Para un toque afrutado: Agrega pequeños trozos de fresa fresca a la mezcla antes de refrigerar. Esto no solo mejora la textura, sino que también intensifica el sabor.
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Variedad sin alcohol: Si prefieres evitar el alcohol, sustituye el vino espumoso por gaseosa de manzana o de frutas del bosque. Obtendrás un postre igual de ligero y chispeante.
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Decoración creativa: Puedes decorar con virutas de chocolate blanco, hojas de menta, o pequeños merengues para añadir un contraste crujiente.
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Versión helada: Si quieres una versión tipo semifrío o helado, coloca la mezcla en el congelador en lugar del refrigerador y remueve cada 30 minutos durante las primeras 2 horas para evitar que cristalice.
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Ajuste de dulzor: Si lo deseas menos dulce, puedes reducir ligeramente la cantidad de leche condensada o sustituir una parte con yogur natural.
Este cremoso espumoso con toque de fresa no solo es delicioso y atractivo, sino también versátil y adaptable. Cada bocado es una mezcla equilibrada de dulzura, frescura y ligereza, ideal para quienes buscan innovar en la repostería casera con un toque moderno y festivo.