Este pastel se ha convertido en una receta recurrente por su sabor delicioso y textura suave. Es ideal tanto para una merienda especial como para cerrar una comida con un postre ligero y equilibrado.
Su preparación sencilla lo convierte en una excelente opción para quienes desean iniciarse en la repostería o sorprender a sus invitados con algo casero y lleno de sabor. Además, combina ingredientes accesibles con un resultado que parece sacado de una pastelería profesional.
A continuación te explicamos cómo prepararlo, mediante el siguiente vídeo del canal de Lecker mit Kristy:
Ingredientes
Para la masa principal:
- 4 huevos
- 170 g de azúcar
- 75 ml de aceite vegetal
- 150 ml de agua tibia
- 280 g de harina
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
Para el relleno de ricotta:
- 1 huevo
- 300 g de ricotta
- 30 g de harina (2 cucharadas)
- 50 g de azúcar glas o impalpable (3 cucharadas)
- 200 g de arándanos
Preparación paso a paso
- Preparar la masa: Bate los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos. Añade el aceite y el agua tibia. Incorpora la harina y la levadura poco a poco hasta obtener una mezcla homogénea.
- Verter en el molde: Usa un molde de 27×18 cm y engrásalo antes de verter la mezcla.
- Preparar el relleno: Mezcla en otro recipiente el huevo con la ricotta, la harina y el azúcar glas. Asegúrate de que quede una mezcla cremosa y sin grumos.
- Distribuir y añadir los arándanos: Vierte la mezcla de ricotta sobre la base ya colocada en el molde y distribuye los arándanos de manera uniforme.
- Hornear: Lleva al horno precalentado a 180ºC (360ºF) durante 40 minutos. Revisa la cocción con un palillo.
Consejos adicionales:
- Textura más ligera: Puedes tamizar la harina antes de incorporarla para un resultado más esponjoso.
- Aroma extra: Agrega un poco de ralladura de limón o extracto de vainilla a la mezcla de ricotta.
- Variante de frutas: Sustituye los arándanos por frambuesas o moras para diferentes matices de sabor.
- Mejor conservación: Guarda el pastel en refrigeración y cúbrelo con film plástico para mantener su frescura por varios días.
- Decoración simple: Espolvorea azúcar glas antes de servir para una presentación más atractiva.
- Versión más ligera: Sustituye parte del azúcar por edulcorantes naturales como la stevia o el eritritol.
- Toque crujiente: Añade almendras laminadas o nueces picadas sobre la mezcla antes de hornear para una textura contrastante.
¡Este pastel combina la suavidad del queso ricotta con la acidez natural de los arándanos, resultando en un postre perfecto para cualquier ocasión!