Delicioso postre que se prepara sin horno y en poco tiempo.

Este postre es ideal para cuando querés preparar algo rico, cremoso y bien tentador sin prender el horno. Es rápido, económico y no falla. Perfecto para los días de calor o cuando tenés visitas y querés quedar bien con algo distinto. Se trata de una especie de torta fría o postre de capas, muy versátil y adaptable a lo que tengas en casa. Nos hemos ayudado con el siguiente video:

 

Ingredientes:

  • 1 litro de leche
  • 100 g de azúcar
  • 2 yemas de huevo
  • 5 cucharadas de almidón de papa o maicena
  • 8 g de azúcar de vainilla (o esencia de vainilla)
  • 200 ml de crema de leche azucarada
  • Galletitas secas (tipo Lincoln, Maná o Chocolinas)
  • Leche extra para remojar
  • Molde de 30×20 cm
  • 100 g de chocolate amargo
  • 80 ml de leche
  • 10 g de manteca

Preparación:

  1. En una olla, mezclá la leche, las yemas, el azúcar, la maicena y la vainilla. Cociná a fuego medio sin dejar de revolver hasta que espese y se convierta en una crema pastelera.
  2. Dejalo enfriar completamente (podés acelerar el proceso en el freezer durante 30 minutos).
  3. Batí la crema de leche fría hasta que tome cuerpo y mezclala suavemente con la crema pastelera ya fría.
  4. En un molde, armá capas alternadas de galletitas remojadas en leche (apenas mojadas) y crema.
  5. Llevá el molde a la heladera mientras preparás la cobertura de chocolate.
  6. Derretí a fuego suave el chocolate con la leche y la manteca, mezclando hasta obtener una crema uniforme. Dejá entibiar antes de usar.
  7. Verté la cobertura sobre la última capa de crema y esparcila bien. Refrigerá por al menos 2 horas (ideal toda la noche).

Consejos y recomendaciones:

  • Podés usar galletitas de chocolate para una versión tipo «chocotorta».
  • Para más sabor, agregá un chorrito de licor, café o esencia a la leche para remojar las galletitas.
  • Si querés una opción más liviana, usá leche descremada, crema light y edulcorante.
  • Agregá frutas frescas (frutillas, banana, duraznos) entre las capas para una variante frutada.
  • Decoralo por arriba con chips de chocolate, ralladura de naranja o coco rallado.
  • Podés hacerlo en porciones individuales usando vasos o frascos.

Conclusión:

Este postre sin horno es ideal para quienes quieren algo rápido, sin complicarse. Es cremoso, suave y se derrite en la boca. Lo mejor: no necesitás horno ni demasiada experiencia. Perfecto para los antojos dulces o para compartir en cualquier ocasión. Y además, es tan versátil que podés adaptarlo a lo que tengas en la despensa. Una receta de las que siempre conviene tener a mano.