El pan de leche suave y ligeramente dulce, es ideal para el desayuno o la merienda. Su textura esponjosa y su sabor delicado lo convierten en una opción perfecta para acompañar con mantequilla, mermelada o incluso chocolate.
Una opción muy tentadora y fácil de hacer en casa. ¡Sorprende a la familia con desayunos y meriendas diferentes!
Ingredientes
- 500 g de harina
- 50 g de mantequilla (manteca)
- 1 huevo
- 250 ml de leche
- 50 g de azúcar
- 40 g de levadura prensada o dos sobres de levadura seca de panadería (20g)
- 1 pizca de sal
Preparación
1. Activar la levadura:
Si usas levadura fresca, dilúyela en un poco de leche tibia junto con una cucharadita de azúcar. Deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma. Si usas levadura seca, mézclala directamente con la harina.
2. Preparar la masa:
En un bowl grande, coloca la harina y haz un hueco en el centro. Agrega la levadura activada, el azúcar, la leche tibia, el huevo y la sal. Mezcla bien hasta integrar los ingredientes.
3. Amasado y reposo:
Agrega la mantequilla a temperatura ambiente y amasa la mezcla durante al menos 10-15 minutos hasta obtener una masa homogénea y elástica. Forma una bola con la masa y cúbrela con un paño limpio. Deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su volumen.
4. Dar forma al pan:
Una vez que la masa haya fermentado, amásala ligeramente para desgasificarla. Divide la masa en porciones del tamaño deseado y dales forma de bollitos o baguettes pequeñas.
5. Segunda fermentación:
Coloca los panecillos en una bandeja con papel de hornear, dejando espacio entre ellos. Cubre con un paño y deja reposar por 30-40 minutos más, hasta que vuelvan a crecer.
6. Horneado:
Precalienta el horno a 180°C. Antes de hornear, pincela los panecillos con un poco de leche o huevo batido para darles un bonito color dorado. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y suenen huecos al golpear la base.
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Consejos adicionales:
- Textura extra esponjosa: Si quieres un pan aún más tierno, agrega 1 cucharada de miel o sustituye una parte de la leche por nata líquida.
- Sabor adicional: Para un toque aromático, incorpora una cucharadita de extracto de vainilla o ralladura de limón.
- Fermentación perfecta: Si hace frío, puedes dejar fermentar la masa dentro del horno apagado con la luz encendida para mantener una temperatura cálida.
- Conservación: Guarda los panecillos en un recipiente hermético o congélalos una vez fríos para disfrutarlos más tiempo.
Sirve estos deliciosos panecillos con mermelada casera, mantequilla o un poco de crema de chocolate. ¡Su sabor suave y su textura esponjosa harán que se conviertan en un básico en tu cocina!