El baklava es un postre tradicional de Medio Oriente que combina capas de masa crujiente, un relleno de nueces y un delicioso almíbar dulce. Su textura hojaldrada y su sabor equilibrado entre lo crujiente y lo meloso lo convierten en una verdadera delicia.
Aunque su elaboración puede parecer complicada, con esta receta casera podrás hacerlo fácilmente y sorprender a tus seres queridos. Sigue este paso a paso para preparar un baklava auténtico y delicioso en casa.
Ingredientes
Para la masa:
- 800 g (6 tazas) de harina común
- 2 huevos
- ½ cucharadita de sal
- 4 cucharadas de aceite neutro (girasol o maíz)
- 2 cucharadas de vinagre blanco
- 1 taza de agua
Para el almíbar:
- 1 ¼ taza de agua
- 1 ½ taza de azúcar
- ⅕ taza de jugo de limón
Para el relleno:
- 300 g de nueces (picadas finamente)
- 2 tazas de manteca derretida
Preparación
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Preparar la masa: En un bol grande, coloca la harina, los huevos, la sal, el aceite, el vinagre y el agua. Amasa bien hasta obtener una masa suave y homogénea. Cubre con un paño limpio y deja reposar durante 15 minutos.
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Dividir la masa: Separa la masa en 12 porciones iguales y deja reposar otros 15 minutos para que sea más fácil estirarlas.
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Estirar la masa: Con un rodillo, estira cada porción hasta que quede muy fina. Puedes espolvorear un poco de harina para evitar que se pegue.
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Montar el baklava: Engrasa bien una fuente para horno con manteca derretida. Coloca una capa de masa y pincela con más manteca. Repite este paso hasta completar 6 capas.
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Agregar el relleno: Distribuye las nueces picadas uniformemente sobre la sexta capa de masa. Luego, continúa agregando las capas restantes, siempre untando con manteca entre cada una.
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Cortar antes de hornear: Con un cuchillo bien afilado, corta el baklava en cuadrados o rombos antes de llevarlo al horno.
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Hornear: Precalienta el horno a 180°C y hornea durante aproximadamente 1 hora o hasta que el baklava esté dorado y crujiente.
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Preparar el almíbar: Mientras el baklava se hornea, en una cacerola calienta el agua, el azúcar y el jugo de limón. Cocina a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva por completo y el almíbar tome una textura ligeramente espesa.
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Bañar el baklava: Retira el baklava del horno y vierte el almíbar caliente de manera uniforme sobre toda la superficie. Deja que el postre absorba bien el almíbar.
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Dejar enfriar antes de servir: El baklava necesita reposar para que los sabores se integren completamente. Espera al menos 3 horas antes de servirlo, aunque lo ideal es dejarlo de un día para otro.
Consejos y Recomendaciones
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Usa masa filo comprada si quieres ahorrar tiempo. Solo asegúrate de pincelar cada hoja con manteca derretida para lograr la textura hojaldrada característica.
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Varía los frutos secos: Si no te gustan las nueces o quieres experimentar con otros sabores, puedes sustituirlas por almendras, pistachos o una mezcla de varios frutos secos.
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Controla la cantidad de almíbar: Si prefieres un baklava menos dulce, reduce ligeramente la cantidad de azúcar en el almíbar. También puedes agregar una pizca de canela o agua de azahar para darle un toque especial.
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Mejora su sabor con el tiempo: El baklava sabe mejor al día siguiente, ya que el almíbar impregna mejor la masa y realza los sabores.
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Almacenamiento: Puedes conservarlo en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 5 días o en la nevera por una semana. También puedes congelarlo en porciones individuales para disfrutarlo cuando desees.
Este postre es ideal para compartir en reuniones o como un capricho dulce para cualquier ocasión. Disfrútalo con un té o café y sorprende a todos con tu baklava casero.