Tener una planta de menta en casa es una de esas pequeñas cosas que hacen la vida más cómoda y natural. Sirve para preparar infusiones, postres, tragos, decorar platos, perfumar ambientes e incluso como repelente natural. Lo mejor: es muy fácil de cuidar y crece rápido.
En este artículo te enseñamos todo lo que necesitás para cultivarla en interiores, sin importar si vivís en un departamento o si no tenés experiencia con plantas.
¿Por qué conviene cultivar menta en casa?
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Es una planta resistente: tolera bien los descuidos ocasionales.
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Crecimiento rápido: en pocas semanas podés tener suficientes hojas para usar.
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Ecológico y económico: no más bolsitas de supermercado con hierbas que se echan a perder.
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Aromática natural: funciona como ambientador sin químicos.
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Versátil en la cocina: va bien en comidas saladas, dulces y bebidas.
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Ideal para principiantes: es una de las mejores plantas para empezar a cultivar en casa.
Cómo obtener tu planta de menta
1. Comprá un plantín en vivero
La forma más rápida. Si es primavera o verano, los viveros suelen tener varias variedades.
2. Hacelo desde un gajo
Pedile a alguien una ramita de menta. Cortá un tallo de unos 7 cm, quitá las hojas de abajo y ponelo en agua hasta que saque raíces. Luego lo pasás a una maceta con tierra.
3. Dividí una planta existente
Si ya tenés una maceta grande de menta, podés separar una parte con raíz y replantarla. Es simple y efectivo.
Condiciones ideales para que crezca bien
Luz
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Necesita mucha luz indirecta o sol suave.
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Ideal: una ventana orientada al norte o al este.
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Si no tenés buena luz, podés usar una lámpara LED de cultivo (económica y eficaz).
Riego
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Regá cuando la parte superior de la tierra esté seca.
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Evitá encharcar. Asegurate de que la maceta tenga buen drenaje.
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En verano va a necesitar más agua; en invierno, menos.
Fertilizante
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Usá fertilizante líquido orgánico cada 3 semanas en primavera y verano.
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En otoño e invierno, una vez cada 6 semanas es suficiente.
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No te excedas: demasiada fertilización arruina el sabor de las hojas.
Cómo podarla correctamente
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Cortá las puntas de las ramas con regularidad para que la planta no se ponga «larga y débil».
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Hacelo por encima de un par de hojas: así brotan dos ramitas nuevas.
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No tengas miedo de podarla fuerte una o dos veces al año: eso la rejuvenece.
Métodos para cultivar menta en interiores
1. En maceta con tierra
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Método clásico y duradero.
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Usá macetas plásticas o de cerámica (las de barro se secan rápido).
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Tierra suelta y aireada. Podés mezclar tierra para macetas con perlita.
2. En agua
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Colocá una ramita en un frasco con agua.
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Cambiá el agua cada 5 días.
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Dura varias semanas, ideal para cosechas esporádicas o decoración.
3. En sistema hidropónico
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Más caro, pero limpio y muy productivo.
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Perfecto si querés muchas plantas en poco espacio.
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Podés usar kits comerciales o armar uno casero con tubos, bombas y nutrientes.
Mejores variedades para cultivar adentro
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Menta piperita: ideal para infusiones.
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Menta verde (spearmint): la más común, suave y fresca.
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Menta chocolate: sabor suave, ideal para postres.
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Menta manzana: hojas redondas y aroma frutal.
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Menta piña: hojas con bordes blancos, muy decorativa.
Cosecha y conservación
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Cortá hojas sueltas cuando las necesites.
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Para cosechas más grandes, cortá ramas enteras.
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Secalas colgándolas boca abajo en un lugar oscuro y aireado.
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Guardalas en frascos herméticos alejados del sol.
Usos creativos de la menta
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Té caliente o frío
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Cubitos de hielo con hojas adentro
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Postres: budines, helados, salsas
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Mojitos, limonadas o infusiones
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Baños de inmersión relajantes
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Repelente natural para insectos (con aceite esencial)
Conclusión
Cultivar menta en casa es fácil, económico y muy satisfactorio. No solo vas a disfrutar de una planta linda y aromática, sino que también vas a tener una aliada para tu cocina, tu bienestar y tu hogar. Con cualquiera de estos métodos, podés tener hojas frescas los 12 meses del año. Y lo mejor: es apta para principiantes.