Los buñuelos de papa son un bocado irresistible que combina una textura crujiente por fuera con un interior suave y lleno de sabor. Son perfectos como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal si se sirven con una ensalada fresca. Esta receta utiliza puré de papas, queso, salame, huevos y perejil, creando una mezcla deliciosa que puede cocinarse frita o en la freidora de aire para una opción más liviana.
Fáciles de hacer y aún más fáciles de disfrutar, estos buñuelos de papa se pueden personalizar con distintos ingredientes y acompañamientos. Sigue estos pasos y consejos para lograr un resultado perfecto.
Ingredientes
- Papas – 700 gramos
- Salame – 150 gramos
- Queso – 100 gramos
- Harina común – 2 cucharadas
- Huevos – 2
- Perejil fresco picado – 2 cucharadas
- Sal – ½ cucharadita
- Pimienta negra – ½ cucharadita
- Harina para rebozar – 50 gramos (½ taza)
- Aceite – 3 cucharadas
Consejos para unos Buñuelos de Papa Perfectos
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No usar una procesadora de alimentos para triturar las papas. Esto puede hacer que la mezcla se vuelva pegajosa y con una textura gomosa. Lo mejor es rallarlas con un rallador de agujeros grandes o pisarlas con un prensa papas.
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Controlar la temperatura del aceite. Lo ideal es que esté entre 175 y 190 grados. Si está demasiado caliente, los buñuelos se dorarán por fuera antes de cocinarse por dentro. Si está frío, absorberán demasiado aceite y quedarán grasosos.
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Usar un aceite neutro con alto punto de humo. El aceite de girasol, canola, maní o maíz son ideales para freír sin alterar el sabor de los buñuelos.
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No sobrecargar la sartén. Freír demasiados buñuelos a la vez baja la temperatura del aceite y afecta la textura crujiente. Cocinarlos en tandas para un resultado más uniforme.
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Para un acabado más dorado y crujiente, se pueden rebozar en pan rallado en lugar de harina.
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Agregar más sabor a la mezcla. Si se desea un toque extra, se pueden incorporar ajo en polvo, pimentón o una pizca de nuez moscada.
Cómo Conservar los Buñuelos de Papa
- En la heladera. Se pueden guardar en un recipiente hermético hasta por tres o cuatro días. Para recalentarlos y mantener su textura crujiente, lo mejor es usar el horno o la freidora de aire en lugar del microondas.
- En el congelador. Dejarlos enfriar completamente antes de guardarlos en una bolsa hermética o recipiente apto para freezer. Se conservan hasta un mes. Para consumirlos, calentarlos directamente en el horno o la freidora de aire.
¿Se Pueden Hacer en Freidora de Aire?
Sí. Para una versión más liviana, colocar los buñuelos en la canasta de la freidora de aire, rociarlos con un poco de aceite y cocinarlos a 200 grados durante 15 minutos, dándolos vuelta a la mitad del tiempo para que queden dorados por ambos lados.
¿Se Puede Preparar la Mezcla con Anticipación?
Sí. Se puede hacer la mezcla y guardarla en la heladera hasta por 24 horas antes de freír. Si la masa se endurece demasiado, agregar una cucharada de leche o agua para devolverle suavidad.
¿Con Qué Servir los Buñuelos de Papa?
Estos buñuelos combinan muy bien con distintas salsas y acompañamientos. Algunas ideas incluyen:
- Salsa de yogur y ajo, para una opción fresca y liviana.
- Salsa de mostaza y miel, para un toque agridulce.
- Kétchup o mayonesa casera, para los más clásicos.
- Ensaladas frescas, con rúcula, tomate y cebolla morada para equilibrar el plato.
Paso a Paso para Hacer Buñuelos de Papa
- Rallar las papas cocidas en un bol grande.
- Rallar el salame y el queso y agregarlos al bol con las papas.
- Incorporar los huevos, la harina, la sal y la pimienta. Mezclar bien hasta obtener una masa homogénea.
- Agregar el perejil picado y mezclar nuevamente.
- Formar los buñuelos. Usar ¼ de taza de la mezcla para darles forma de pequeñas tortitas o croquetas.
- Rebozar los buñuelos en harina o pan rallado.
- Freír en aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes por ambos lados.
- Escurrir sobre papel absorbente y servir calientes con la salsa de preferencia.
Estos buñuelos de papa son una opción deliciosa, versátil y fácil de preparar. Perfectos para compartir en reuniones, acompañar platos principales o simplemente disfrutar como un snack crujiente y lleno de sabor.