Los Bollos alemanes para el desayuno son una opción deliciosa y sencilla que destaca por su masa esponjosa y su relleno dulce. Se preparan con una masa de levadura que se rellena con mermelada o Nutella antes de freírse en aceite caliente. Estas pequeñas delicias son crujientes por fuera y suaves y jugosas por dentro.
Son perfectas para calmar el hambre matutino o como un toque dulce acompañado de una taza de café o té. Son especialmente populares tanto entre niños como adultos. Su preparación es sencilla y permiten hacer grandes cantidades rápidamente, lo que los convierte en una excelente opción para compartir con la familia o amigos.
¡Pruébalos y lleva el aroma de pan recién horneado a tu cocina! ¡Buen provecho y disfruta horneando!
Ingredientes
- 500 g de harina de trigo (tipo 550)
- 40 g de levadura
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 150 ml de leche
- 150 ml de agua (aproximadamente según necesidad)
- 10 g de mantequilla (manteca)
Preparación
- Mezclar todos los ingredientes para formar una masa de levadura y amasar bien hasta que se despegue del bowl. Dejar reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 30 minutos hasta que la masa haya duplicado su volumen.
- Amasar bien sobre una superficie enharinada, doblarla varias veces y formar un rollo. Cortar el rollo en aproximadamente 15 piezas del mismo tamaño y darles forma de panecillos alargados (tipo baguette).
- Colocar los panecillos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Dejar reposar brevemente y luego pincelar con agua.
- Hornear en la rejilla del medio a 240 °C durante 15 a 20 minutos.
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Consejos Adicionales:
- Para un extra de sabor, puedes espolvorear un poco de azúcar glas (impalpable) sobre los bollos una vez horneados.
- Si prefieres una textura más esponjosa, puedes agregar una cucharada de miel a la mezcla.
- Para un toque especial, puedes rellenarlos con crema pastelera o chocolate derretido en lugar de mermelada o Nutella.
- Antes de cerrar el horno, vierte una taza de agua en su interior para generar vapor y lograr una corteza dorada y crujiente.
- Si los deseas más suaves, cúbrelos con un paño húmedo al sacarlos del horno y déjalos enfriar lentamente.
¡Listo! ¡A disfrutarlo!