El adormecimiento de las manos es un síntoma que todos hemos experimentado en algún momento. Aunque a veces es solo una molestia pasajera, en ciertos casos puede ser un indicador de problemas más serios.
Esta sensación, conocida como parestesia, puede manifestarse como hormigueo, entumecimiento o debilidad en las manos y puede tener diversas causas, desde posturas incómodas hasta problemas de salud más graves.
Aquí explicamos algunas de las causas más comunes, así como consejos adicionales para prevenir o manejar esta situación.
1. Problemas articulares (artrosis y artritis)
Estas enfermedades afectan las articulaciones, lo que puede resultar en dolor y entumecimiento en las manos. La artritis es una inflamación de las articulaciones, mientras que la artrosis es una enfermedad degenerativa que causa el desgaste del cartílago articular. Ambas condiciones pueden reducir la movilidad y causar molestias.
Consejo adicional: Si padeces artritis o artrosis, es fundamental seguir un tratamiento médico adecuado. Además, la fisioterapia y el uso de compresas calientes pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad.
2. Esclerosis múltiple
Esta enfermedad crónica del sistema nervioso central afecta a las células nerviosas, interfiriendo en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Uno de los primeros síntomas puede ser el adormecimiento en las extremidades, incluyendo las manos.
Consejo adicional: Mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicios adaptados, puede ayudar a reducir la progresión de los síntomas. También es importante el seguimiento médico regular para el control de la enfermedad.
3. Osteocondrosis cervical
Esta afección ocurre cuando los discos de la columna vertebral, específicamente en la región del cuello, se degeneran y comprimen los nervios. Esto puede causar no solo adormecimiento en las manos, sino también cefaleas y problemas de equilibrio.
Consejo adicional: Mejorar la postura y realizar ejercicios de estiramiento para el cuello puede aliviar la presión sobre los nervios. Si tienes trabajos sedentarios, es recomendable ajustar la ergonomía del puesto de trabajo para evitar la tensión cervical.
4. Síndrome del túnel carpiano
El túnel carpiano es un canal en la muñeca por donde pasan los nervios y tendones. Los movimientos repetitivos de las manos pueden causar inflamación en este canal, comprimiendo el nervio mediano y provocando entumecimiento, dolor y debilidad en la mano.
Consejo adicional: Si sientes los primeros síntomas, es recomendable usar una férula para la muñeca durante la noche y hacer ejercicios de estiramiento para evitar que la condición empeore. En casos severos, puede ser necesaria una cirugía.
5. Trombosis venosa
Un coágulo sanguíneo puede interrumpir el flujo sanguíneo normal, causando una falta de oxígeno en las extremidades, lo que lleva al entumecimiento. Esta condición es grave y requiere atención médica inmediata.
Consejo adicional: Para prevenir la formación de coágulos, es importante mantenerse activo, hidratarse bien y evitar permanecer mucho tiempo sentado o de pie en la misma posición. Si tienes factores de riesgo, consulta con un médico sobre el uso de anticoagulantes.
6. Anemia y diabetes
Ambas condiciones pueden afectar la circulación sanguínea y los nervios. La anemia disminuye la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos, mientras que la diabetes puede dañar los nervios periféricos, provocando neuropatía diabética, que a menudo comienza con adormecimiento en las extremidades.
Consejo adicional: Para la anemia, una dieta rica en hierro y vitaminas es fundamental, junto con el tratamiento médico adecuado. En el caso de la diabetes, es esencial mantener el azúcar en sangre bajo control, junto con una dieta adecuada y ejercicio regular.
7. Neuralgia del plexo braquial
Este tipo de neuralgia afecta los nervios que conectan la columna vertebral con los brazos y manos. La inflamación o daño en estos nervios puede provocar dolor y adormecimiento en una o ambas manos.
Consejo adicional: Para aliviar los síntomas, la fisioterapia y los medicamentos antiinflamatorios pueden ser útiles. En casos graves, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.