¿Por qué es un error dejar un vaso de agua en la mesa de noche?

Poner un vaso de agua cerca de la cama puede parecer algo sin importancia, pero este pequeño gesto tiene un montón de beneficios que muchas veces se pasan por alto. Despertares difíciles, garganta seca, calambres nocturnos… ¿y si un simple vaso de agua pudiera mejorar tu descanso y bienestar? Acá te cuento por qué esta costumbre merece ser parte de tu rutina diaria.

¿Por qué nos deshidratamos durante la noche?

Mientras dormimos, nuestro cuerpo sigue funcionando: respiramos, transpiramos, hacemos la digestión… Todos esos procesos provocan una pérdida de líquidos. El problema es que, después de varias horas sin tomar agua, el cuerpo puede empezar a sentir los efectos de la deshidratación: cansancio, dolor de cabeza al despertar y hasta alteraciones en el sueño.

¿La solución? Tener un vaso de agua al alcance de la mano te permite rehidratarte apenas te despertás, sin necesidad de salir de la cama. Esto ayuda a evitar despertarte completamente y facilita un sueño más reparador.

Un despertar más activo y con más energía

Levantarse con sensación de agotamiento, boca seca o mareos no es algo que tengas que aceptar como normal. Estos síntomas suelen ser señales de que tu cuerpo estuvo deshidratado durante la noche.

Tomar un poco de agua al despertar ayuda a:

  • Activar el metabolismo y estimular la digestión.

  • Eliminar toxinas acumuladas durante la noche.

  • Rehidratar el cerebro, mejorando la concentración y la memoria.

  • Darle un impulso de frescura y vitalidad a la piel.

Consejo extra: Podés agregar unas gotitas de jugo de limón al agua para potenciar su efecto detox y empezar el día con un extra de energía.

Aliviar la sequedad de garganta y respirar mejor

Durante la noche, sobre todo en invierno o cuando usamos estufa, el aire se vuelve más seco. Esto puede resecar la garganta, provocando incomodidad y despertares molestos.

Tener un vaso de agua a mano permite:

  • Aliviar la sensación de garganta seca.

  • Prevenir irritaciones o tos nocturna.

  • Favorecer una respiración más fluida y confortable mientras dormís.

Consejos para aprovechar al máximo esta costumbre

  • Elegí el vaso correcto: Usá un vaso limpio o una botella de boca ancha que te permita beber fácilmente en la oscuridad.

  • Ubicación estratégica: Colocalo en un lugar seguro de tu mesa de luz, lejos de donde puedas golpearlo sin querer.

  • Cuidá la calidad del agua: Si el agua de tu casa tiene gusto raro o no es potable, usá agua filtrada o mineral para asegurarte de que esté en buen estado.

Conclusión

Tener un vaso de agua en tu mesa de luz es un gesto sencillo, pero lleno de beneficios para tu cuerpo y tu mente. Te ayuda a mantenerte hidratado, favorece un mejor descanso y te prepara para arrancar el día con más energía y vitalidad. Incorporá este pequeño hábito a tu rutina diaria y vas a notar la diferencia desde el primer día.