Mezcla leche con vinagre, la receta de los 70 que es furor

La combinación de ingredientes sencillos como leche, levadura y vinagre era una de esas fórmulas mágicas que nuestras abuelas sabían aprovechar en los años 70. Hoy, te traigo una reinterpretación de este clásico.

Con el agregado especial de ricotta para darle una textura cremosa y un sabor único. A continuación, comparto la receta detallada, junto con algunos consejos adicionales para que consigas un pan suave y lleno de sabor.

¡Ideal para compartir en cualquier momento del día!

Ingredientes:

  • 250 ml de Leche
  • 7 g de Levadura seca
  • 1 cda de Azúcar
  • 1 cdita de Azúcar de vainilla o esencia de vainilla
  • 80 ml de Aceite (puede ser de girasol o de oliva suave)
  • 1 cda de Vinagre blanco o de manzana
  • 1 Huevo
  • 500 g de Harina
  • Una pizca de sal
  • Queso de ricotta

Preparación Paso a Paso:

  1. Preparar la Levadura
    En un bowl pequeño, calienta la leche ligeramente (sin que esté caliente) y añade la levadura seca junto con la cucharada de azúcar. Deja reposar esta mezcla durante unos 5-10 minutos hasta que veas burbujas en la superficie, lo que indica que la levadura está activada.
  2. Añadir los Ingredientes Líquidos
    A la mezcla de leche y levadura, incorpora el huevo, el aceite, el vinagre y la esencia de vainilla. Mezcla bien todos estos ingredientes para que se integren.
  3. Integrar la Harina y la Sal
    En otro bowl grande, tamiza la harina y añade una pizca de sal. Haz un hueco en el centro y vierte la mezcla líquida. Remueve con una cuchara hasta que empiece a formarse una masa.
  4. Amasar y Reposar
    Amasa la masa durante unos 10 minutos sobre una superficie enharinada hasta que esté suave y elástica. Coloca la masa en un bowl engrasado, cúbrela con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora, o hasta que duplique su tamaño.
  5. Relleno de Ricotta
    Cuando la masa haya crecido, estírala en forma de rectángulo y distribuye el queso ricotta de manera uniforme. Si deseas un toque dulce, puedes espolvorear un poco de azúcar sobre la ricotta.
  6. Formar y Hornear
    Enrolla la masa sobre sí misma como un cilindro, como así también en forma de bollitos. Luego, colócalos en un molde para pan previamente engrasado o sobre una bandeja de horno. Deja reposar unos 15 minutos adicionales mientras precalientas el horno a 180°C. Hornea durante unos 30-35 minutos o hasta que el pan esté dorado.

 

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Consejos para Mejorar el Resultado:

  1. Consistencia de la Masa
    Si la masa está demasiado pegajosa, añade harina poco a poco hasta que adquiera una textura manejable. Asegúrate de no excederte para que el pan no quede seco.
  2. Agrega un Toque de Sabor Extra
    Para un sabor aún más delicioso, añade ralladura de limón o naranja a la mezcla de ricotta. Esto le dará un toque cítrico que contrasta maravillosamente con la suavidad del pan.
  3. Tiempo de Reposo
    No apresures el tiempo de reposo de la masa. La paciencia es clave para obtener una textura esponjosa y aireada, así que asegúrate de que la masa haya duplicado su tamaño antes de hornear.
  4. Variantes de Relleno
    Si prefieres un relleno salado, puedes mezclar la ricotta con hierbas frescas como albahaca o perejil picado, así como un poco de sal y pimienta para darle un toque sabroso y aromático.
  5. Conservación
    Este pan se conserva bien en un recipiente hermético durante unos días. También puedes congelarlo si prefieres prepararlo con antelación; solo asegúrate de calentarlo en el horno unos minutos antes de servir para disfrutar de su textura original.

 

¡Anímate a probar esta receta clásica y sorprende a tus seres queridos con un pan casero lleno de sabor y tradición!