La hinchazón de piernas, conocida médicamente como edema periférico, puede tener muchas causas. Pero cuando notás que este síntoma aparece justo después de tomar agua, es normal preguntarse si algo está funcionando mal en tu organismo. Aunque el agua es esencial para la salud, en algunos casos el cuerpo no la gestiona bien y puede retenerla. En este artículo vamos a explicar las posibles razones, qué podés hacer y cuándo consultar a un profesional.
Posibles causas de retención de líquidos
- Problemas circulatorios
- Las venas de las piernas pueden debilitarse y dificultar el retorno de la sangre al corazón. Esto genera acumulación de líquidos en los miembros inferiores, sobre todo si pasás mucho tiempo sentado o parado.
- Insuficiencia renal o hepática
- Si los riñones o el hígado no están funcionando bien, el cuerpo puede tener dificultades para eliminar el exceso de agua y sodio. Esto hace que el líquido se acumule en los tejidos, especialmente en las extremidades.
- Consumo de sal elevado
- Una dieta alta en sodio (embutidos, snacks, alimentos procesados) provoca que el cuerpo retenga más agua, lo que puede manifestarse en hinchazón general o localizada en piernas y pies.
- Desequilibrios hormonales
- Cambios en niveles de estrógenos, progesterona o aldosterona pueden afectar la retención de líquidos. Es muy común que las mujeres experimenten edema durante el ciclo menstrual, embarazo o menopausia.
- Medicamentos
- Algunos medicamentos para la presión, anticonceptivos, corticoides, antidepresivos y antiinflamatorios pueden tener como efecto secundario la retención de líquidos.
- Sedentarismo o poca movilidad
- Estar mucho tiempo sin moverse impide una buena circulación, lo que favorece la acumulación de líquido en las piernas. Por eso se recomienda moverse regularmente, sobre todo en personas mayores o quienes trabajan sentados muchas horas.
- Factores genéticos
- Algunas personas tienen una predisposición natural a retener líquidos, ya sea por estructura venosa o por tendencia familiar.
El agua no es el problema en sí
Es importante entender que el agua no es la causante directa de la hinchazón. Lo que puede estar pasando es que tu cuerpo no está gestionando correctamente el líquido que incorporás, sea por una condición médica o un mal hábito de vida. En general, tomar agua debería ayudar a reducir la retención, no a aumentarla. De hecho, una buena hidratación estimula el funcionamiento renal y favorece la eliminación de toxinas.
Consejos y recomendaciones
- Reducí el consumo de sal y alimentos ultraprocesados
- Tomá agua en pequeñas cantidades distribuidas durante el día, en vez de mucha de golpe
- Elevá las piernas al descansar para favorecer el drenaje linfático
- Hacé actividad física leve y regular como caminar, andar en bici o nadar
- Consultá con un médico si la hinchazón es frecuente o dolorosa
- Revisá si alguno de tus medicamentos puede estar provocando retención
- Incluí alimentos diuréticos en tu dieta como pepino, sandía, apio, espárragos o mate
Cuándo preocuparse
Si la hinchazón:
- Es constante o empeora con el tiempo
- Aparece rápidamente sin motivo aparente
- Viene acompañada de dificultad para respirar o palpitaciones
- Está presente en una sola pierna o es asimétrica
- Se acompaña de dolor, enrojecimiento o calor local
Es fundamental consultar con un profesional de la salud. Podría tratarse de una afección médica que requiere tratamiento urgente, como trombosis, insuficiencia cardíaca o problema renal severo.
Conclusión
Notar que se te hinchan las piernas al tomar agua puede ser una señal de que algo no está funcionando bien en tu organismo, pero no significa que el agua sea el problema. Revisar tus hábitos, mantenerte activo y consultar a un profesional son los primeros pasos para encontrar la causa y mejorar tu calidad de vida. Cuidar tu hidratación, moverte más y ajustar la alimentación pueden hacer una gran diferencia en cómo se siente tu cuerpo.