Las perillas de la cocina son uno de los focos de grasa y suciedad más comunes en cualquier casa. Con cada cocción, el vapor, el aceite y los restos de comida terminan pegándose, y si no se limpian seguido, se convierten en un verdadero imán de grasa pegajosa. Lo bueno es que no hace falta gastar en productos caros ni pasar horas frotando: con un truco casero y muy simple, podés dejarlas brillando como nuevas en apenas dos minutos.
Esta técnica es rápida, efectiva, económica y se puede usar también en otras zonas grasosas del horno o cocina. Ideal para sumar a tu rutina semanal y tener todo siempre impecable.
¿Qué necesitás?
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Hisopos de algodón (los comunes)
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Un cepillo de dientes viejo (opcional pero recomendado)
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Gotas de amoníaco con anís o tintura de anís (fácil de conseguir en farmacias)
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Un trapito seco o papel de cocina
Paso a paso: limpieza rápida y sin esfuerzo
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Preparar la solución: Si usás amoníaco con anís, podés usarlo puro o diluido con unas gotas de agua. Si tenés tintura de anís, también sirve directamente.
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Empapá un hisopo en la solución.
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Pasalo con cuidado por toda la perilla: enfocate en los bordes, las marcas, los huecos y la base. Es ahí donde más se acumula la grasa.
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Dejá actuar de 1 a 2 minutos: la grasa empieza a disolverse casi sola.
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Frotá suavemente con el cepillo de dientes para las zonas más difíciles.
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Secá con un trapo limpio o papel absorbente para retirar todo el exceso.
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Si las perillas son desmontables, sacalas y limpiá también el interior y la base del panel.
¿Por qué usar esta mezcla?
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El amoníaco disuelve la grasa sin dañar el plástico ni borrar los números.
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El anís actúa como neutralizador de olores y aporta una fragancia suave, agradable.
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Es una alternativa natural y más segura frente a los desengrasantes industriales que suelen ser muy agresivos.
Recomendaciones extra
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Frecuencia: hacelo una vez por semana o cada vez que cocines algo muy aceitoso.
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Evitá productos abrasivos: como la esponja metálica, que puede rayar o borrar los símbolos de la perilla.
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Limpiá con el horno apagado y frío para evitar quemaduras.
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Si hay sarro o grasa vieja muy dura, podés dejar la mezcla actuar unos 5 minutos antes de frotar.
Conclusión final
Tener las perillas de la cocina limpias no es solo una cuestión estética, también es higiene y comodidad. Con este método casero, rápido y accesible, podés mantener esa parte clave de tu cocina como nueva, sin esfuerzo y sin gastar de más. Incorporalo a tu rutina semanal de limpieza y vas a notar cómo todo luce más cuidado, fresco y ordenado.