¿Querés que tus plantas frutales den más flores, más fruta y estén más sanas sin gastar fortuna? Entonces tenés que conocer estos fertilizantes caseros a base de cáscara de banana y cáscara de huevo. No solo son fáciles de hacer y económicos, también son seguros, ecológicos y súper potentes.
Acá te contamos cómo prepararlos, cómo aplicarlos, cuándo conviene usarlos y qué beneficios le traen a tus plantas. Además, sumamos consejos clave para cuidar frutales en maceta, jardín o huerta.
¿Por qué usar fertilizantes naturales?
Los fertilizantes industriales pueden ser efectivos, pero tienen sus contras: son caros, pueden contaminar el suelo y el agua, y si se usan mal, queman raíces o afectan el equilibrio de la planta. En cambio, los fertilizantes caseros:
-
Son económicos y accesibles: usás lo que normalmente tirás a la basura.
-
Son seguros para las raíces y el ambiente.
-
Ayudan a enriquecer la tierra sin alterar su equilibrio.
-
Son ideales para huertas urbanas, balcones y macetas.
Fertilizante de cáscara de banana: energía para florecer y fructificar
Beneficios:
-
Aporta potasio, clave para el desarrollo de flores y frutos.
-
Tiene fósforo, que estimula el crecimiento de raíces y fortalece la planta.
-
Contiene magnesio y calcio, esenciales para la salud general.
Ingredientes:
-
5 cáscaras de banana maduras
-
1,5 litros de agua
-
1 olla mediana
-
1 botella para guardar
Preparación:
-
Cortá las cáscaras en trozos chicos.
-
Hervilas en el agua durante 10 minutos.
-
Dejá enfriar y colá el líquido.
-
Guardá en una botella con tapa, en la heladera (dura hasta 7 días).
Aplicación:
-
Frutales en maceta: Usá 1 parte de fertilizante + 5 partes de agua. Aplicá cada 7-10 días.
-
Frutales en tierra: Usá sin diluir cada 2 semanas durante la floración o formación del fruto.
-
Plantas en flor: Ideal para cítricos, frutillas, tomates, morrones, y zapallos.
Fertilizante de cáscara de huevo: calcio y fortalecimiento
Beneficios:
-
Aporta calcio, fundamental para frutos bien formados y tallos resistentes.
-
Previene enfermedades como la podredumbre apical (manchas negras en tomates o morrones).
-
Mejora la estructura del suelo.
Ingredientes:
-
5 o 6 cáscaras de huevo (limpias y secas)
-
2 litros de agua
-
1 licuadora o mortero
-
1 olla mediana
-
1 botella para guardar
Preparación:
-
Triturá las cáscaras hasta que queden en polvo.
-
Herví ese polvo en 2 litros de agua durante 10 minutos.
-
Dejá enfriar, colá y guardá en botella.
Aplicación:
-
Usá al regar, 1 vez por semana.
-
No hace falta diluir si es una pequeña dosis.
-
Combiná con compost para potenciar el efecto en tierra pobre.
Recomendaciones importantes
-
Regá primero con agua limpia antes de aplicar cualquier fertilizante.
-
No uses más de lo necesario: si el suelo ya está bien nutrido, usá cada 15 días.
-
No combines los dos fertilizantes el mismo día: alterná semana por medio.
-
Si querés sumar más nutrientes, podés complementar con compost casero, té de cáscara de papa o borra de café seca.
-
Para mantener las plagas alejadas, sumá cáscaras de cebolla o ajo al compost o directamente en la tierra.
¿Y qué hacés con los restos?
-
Las cáscaras hervidas que sobran podés enterrarlas directo en la tierra.
-
Si hacés compost, sumalas como material orgánico.
-
Nunca tires al desagüe: mejor devolverlo al suelo.
En resumen
Con solo cáscaras de banana y huevo podés mejorar la salud de tus frutales, lograr plantas más fuertes, con más flores y mejores frutos. Es una solución práctica, económica y ecológica que podés incorporar ya mismo en tu rutina de jardinería.