Si tienes un perro, seguramente has vivido ese momento encantador en que, mientras le hablas, él inclina la cabeza de un lado al otro. Muchos dueños lo consideran adorable, pero ¿qué hay detrás de ese gesto? ¿Simple ternura, o hay algo más profundo? La ciencia nos ofrece algunas pistas interesantes.
¿Qué significa “inclinar la cabeza”?
Antes que nada, conviene aclarar que “inclinar la cabeza” (o head tilt) en los perros es un movimiento lateral del cráneo fuera del plano vertical. No es lo mismo que girar la cabeza hacia un lado; es un gesto más marcado, en el que el perro arquea ligeramente su cuello hacia una oreja.
Este gesto aparece con frecuencia cuando el perro escucha a un humano hablarle, o cuando oye algo que le llama la atención. Aunque aún no se sabe con certeza por qué lo hace, varias hipótesis científicas aportan explicaciones plausibles.
Principales hipótesis científicas
Las investigaciones hasta ahora han identificado al menos tres razones posibles —no mutuamente excluyentes— por las cuales un perro puede inclinar la cabeza al oír una voz humana:
1. Mejorar la recepción del sonido:
Uno de los planteamientos más aceptados es que al inclinar la cabeza, el perro ajusta la posición de sus orejas (o pinnae) para captar mejor los sonidos. Esto puede ayudar a precisar desde dónde vienen las vibraciones sonoras o hacer que ciertas frecuencias se escuchen con más claridad.
Aunque los perros tienen una audición mucho más sensible que la de los humanos, localizar con exactitud la fuente del sonido no es trivial. La posición de la cabeza puede modular cómo los oídos perciben las pequeñas diferencias de tiempo e intensidad del sonido.
Sin embargo, esta explicación tiene limitaciones: cuando el perro ya está justo frente a nosotros, no siempre es necesario reajustar la audición. En esos casos, otros factores podrían estar operando.
2. Ajustar la visión del rostro humano:
Otra posibilidad es que el perro incline la cabeza para tener una mejor perspectiva visual de la cara del interlocutor. Como muchos perros tienen hocicos alargados, estos pueden obstruir parcialmente su campo visual frontal. Al girar la cabeza, alteran el ángulo para ver mejor nuestras expresiones faciales, labios o los ojos al hablar.
Ver la cara humana puede darle pistas emocionales o contextuales: tono de voz, expresión emocional, intención de la palabra que pronunciamos.
3. Procesamiento cognitivo: atención e interpretación:
La hipótesis más reciente y fascinante sugiere que inclinar la cabeza es un signo de que el perro está concentrado en procesar algo que considera significativo o relevante. En un estudio publicado en Animal Cognition, los investigadores observaron que los perros tienden a inclinar la cabeza cuando escuchan una palabra que conocen (o una instrucción).
Curiosamente, se encontró que los perros que tienen la capacidad de “aprender nombres de objetos” mostraban inclinaciones más frecuentes cuando escuchaban esas palabras asociadas a objetos. A esos perros se les denomina GWL (Gifted Word Learners).
Se plantea que el gesto podría ayudar a alinear la percepción auditiva con la visual (es decir, vincular una palabra escuchada con un objeto visto), o servir como una señal externa de que están prestando atención.
Otro aspecto interesante es que cada perro parece tener una inclinación preferida (izquierda o derecha) consistente, lo cual sugiere que la lateralidad cerebral (dominancia de un hemisferio) puede influir.
¿Qué dicen los estudios?
Un equipo húngaro realizó experimentos con 40 perros a los que se les enseñó a reconocer nombres de objetos. Se les pidió que, al oír el nombre de un juguete, fueran a buscarlo. En esas situaciones, los investigadores registraron cuándo y cómo inclinaban la cabeza.
Los hallazgos más destacables fueron:
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Los perros que aprendieron con éxito las palabras (GWL) inclinaron la cabeza con más frecuencia al escuchar esas palabras.
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Las inclinaciones no dependían del lugar desde donde el propietario hablaba, lo que descarta que solo se trate de localizar la fuente del sonido.
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La dirección preferida del tilt (izquierda o derecha) era constante para cada perro, lo que sugiere una base individual en el cerebro.
Estos resultados apoyan la teoría de que inclinar la cabeza es una manifestación de atención selectiva y procesamiento de señales significativas.
Conclusión:
La inclinación de la cabeza en los perros al escucharte probablemente no sea solo un gesto adorable: es una herramienta sensorial-cognitiva. Al inclinar la cabeza, el perro podría:
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ajustar la recepción auditiva
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mejorar su perspectiva visual del rostro humano
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demostrar que está activamente procesando lo que se le dice
¡La próxima vez que tu perro lo haga, quizá no solo estás viendo ternura… también inteligencia en acción!