Este pastel, que muchas madres preparaban para consentir a la familia, es un postre clásico que destaca por su textura suave, su humedad perfecta y su delicioso aroma a frutas. No requiere técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de conseguir, lo que lo convierte en una excelente opción para cualquier ocasión. A continuación, te presentamos una versión mejorada de este clásico pastel de frutas, con consejos y recomendaciones para que siempre te quede perfecto.
Ingredientes necesarios
- 200 ml de yogur natural (tipo kefir o griego sin azúcar)
- 300 g de frutos rojos o cualquier fruta de tu elección (fresca o congelada)
- 200 g de sémola de trigo (o semolina)
- 10 g de polvo de hornear
- 200 g de azúcar
- 1 cucharadita de azúcar vainillado o esencia de vainilla
- 200 g de harina de trigo
- 100 ml de aceite vegetal
Instrucciones paso a paso
- Prepara los ingredientes secos: En un bol mediano, mezcla la harina con el polvo de hornear y reserva.
- Base líquida del pastel: En un recipiente grande, vierte el yogur, añade la sémola, el azúcar, el azúcar vainillado y el aceite vegetal. Mezcla bien hasta que todo quede integrado.
- Incorpora los secos: Agrega la mezcla de harina poco a poco a la mezcla líquida, batiendo hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
- Prepara las frutas: Si usas frutas congeladas, descongélalas y escúrrelas bien. Espolvorea las frutas con un poco de harina y sacúdelas suavemente para que queden cubiertas. Esto evita que se hundan en el pastel al hornearse.
- Armar el pastel: Engrasa un molde de aproximadamente 20×20 cm con mantequilla o aceite y vierte la mitad de la masa. Distribuye las frutas por encima y luego cubre con el resto de la masa.
- Horneado: Precalienta el horno a 180 °C. Hornea el pastel durante 40 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
- Servir: Deja enfriar ligeramente y sirve aún tibio para disfrutar al máximo su aroma frutal.
Consejos y recomendaciones
- Yogur: Puedes usar yogur natural o kefir. Si prefieres un sabor más suave, el yogur griego sin azúcar es ideal.
- Frutas variadas: Experimenta con distintas frutas como arándanos, fresas, frambuesas, duraznos o incluso trozos de manzana.
- Aromas adicionales: Añade ralladura de limón o canela para darle un toque más aromático.
- Textura más esponjosa: Deja reposar la mezcla con la sémola por 10-15 minutos antes de hornear para lograr una textura más esponjosa.
- Versión sin azúcar: Sustituye el azúcar por edulcorante apto para hornear si buscas una versión más ligera.
Conclusión
Este pastel es una excelente forma de revivir sabores de la infancia con un toque moderno y saludable. Su preparación es sencilla y rápida, y puedes adaptarlo a los ingredientes que tengas a la mano. Ideal para acompañar una tarde de café o té en familia, este pastel frutal es una delicia que vale la pena repetir.