Aunque la primera reacción puede ser tirarlas, las manzanas que están en mal estado tienen usos prácticos e inesperados. En lugar de desperdiciarlas, podés reutilizarlas para limpieza y jardinería, siempre que no estén completamente echadas a perder para el consumo. En este artículo te comparto tres formas de transformar residuos de manzana en soluciones caseras efectivas que además ayudan al medio ambiente. Nos hemos ayudado con la información del siguiente video:
1. Limpiador para acero inoxidable
Con una botella plástica reciclada y puré de manzana preparado con manzanas en mal estado, podés crear una bolsita de limpieza usando una mascarilla descartable. Esta mezcla resulta ideal para eliminar manchas de agua y devolver el brillo a tapas, grifos, y utensilios de cocina de acero inoxidable. El ácido de la fruta actúa descomponiendo las manchas con suavidad y eficacia.
Consejo: Asegurate de sellar bien la mascarilla para evitar derrames y manipulá con cuidado para que el puré tenga contacto directo con la superficie. Este método es ideal para quienes buscan una alternativa natural a los productos de limpieza químicos.
Recomendaciones adicionales:
- Usá guantes si tenés piel sensible para evitar irritaciones.
- Probá primero en una pequeña área antes de aplicarlo por completo, para asegurarte de que no haya reacciones no deseadas.
2. Eliminador de quemaduras en ollas
El puré también sirve para remover marcas de quemado en el fondo de las ollas. Cubrilo con la mezcla, dejá reposar unos minutos, y luego frotá suavemente con una esponja. Las marcas se ablandan gracias al ácido de la manzana, haciendo que la limpieza sea mucho más fácil sin tener que hacer fuerza excesiva.
Recomendación: Evitá usar virulana en exceso; el método con manzana es menos agresivo, no raya la superficie y permite conservar tus ollas por más tiempo.
Consejos extra:
- Si querés potenciar el efecto, agregá una pizca de bicarbonato de sodio.
- Repetí el procedimiento si la mancha es muy vieja o persistente.
3. Fertilizante casero para plantas
Fermentando los restos de manzana, podés crear un líquido rico en nutrientes para plantas. Solo necesitás una botella plástica, un poco de agua y tiempo. Tapá bien la botella con plástico film y dejá fermentar una semana. Al diluir el líquido y aplicarlo con un rociador, ayuda a corregir el pH del suelo y revitalizar plantas como gardenias, jazmines y azaleas.
Este fertilizante casero favorece la absorción de micronutrientes como el hierro y el magnesio, fundamentales para el desarrollo de las plantas. Además, estimula la actividad microbiana del suelo, lo cual mejora su estructura y retención de humedad.
Importante: No uses botella de vidrio ya que puede explotar por la presión de los gases. Recordá destapar cada dos días para liberar gases y evitar que se hinche o estalle el envase.
Consejos prácticos:
- No apliques el fertilizante puro, siempre diluílo para evitar quemar las raíces.
- Aplicalo sólo una vez por semana y observá la reacción de las plantas.
- Guardalo en un lugar fresco y oscuro durante la fermentación.
Conclusión
Lo que parece desperdicio puede convertirse en un recurso valioso. Estas ideas te permiten ahorrar dinero, reducir residuos y darle un nuevo uso a lo que normalmente iría a la basura. Con creatividad y un poco de paciencia, hasta las manzanas podridas pueden ser aliadas en tu hogar. No solo cuidás tus objetos y tus plantas, sino que también contribuís a un estilo de vida más sustentable y consciente.