¿Estás cansado de comer siempre el mismo arroz blanco sin sabor? A veces, lo más sencillo puede volverse extraordinario con solo un par de ingredientes. Esta receta es una forma rápida y deliciosa de darle un giro sabroso al arroz común, usando elementos que probablemente ya tengas en casa.
En pocos minutos, vas a conseguir un acompañamiento cremoso, apetitoso y con un sabor casero irresistible. Ideal para cuando no tenés tiempo pero querés comer bien.
La receta podrás seguirla en el siguiente vídeo del canal de Sabrosos Tasty:
Ingredientes
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Arroz blanco (cantidades al gusto)
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Sal
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Manteca o mantequilla
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Tomate triturado o salsa de tomate (según se muestra en el vídeo)
Preparación
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Cocina el arroz blanco con sal al gusto.
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Una vez listo, añade una porción de mantequilla y tomate triturado.
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Mezcla bien hasta que el arroz esté homogéneo, cremoso y lleno de sabor.
Consejos adicionales para mejorar la receta
1. Añade caldo en lugar de agua:
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Cocina el arroz usando caldo de pollo, vegetal o carne para darle más profundidad de sabor.
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Puedes también incorporar pequeñas cantidades de mantequilla al final para potenciar la suavidad.
2. Técnica de sofreír preliminar:
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Antes de añadir agua o caldo, sofríe brevemente el arroz crudo junto con un diente de ajo picado o una cebolla pequeña. Esto ayuda a que los granos queden más sueltos y con un sabor tostado
3. Uso de especias y hierbas:
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Incluye una pizca de comino, pimentón o cúrcuma en el agua de cocción para matices sutiles.
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Al final, añadir hierbas frescas como perejil, cilantro o cebollín aporta frescura y complejidad.
4. Textura ideal:
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Si buscas un arroz menos húmedo, reduce ligeramente el agua: 1:1 de arroz a agua es buena referencia.
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Otra opción es esparcir el arroz en una bandeja tras la cocción para que se enfríe ligeramente antes de añadir la mantequilla y tomate.
5. Presentación final con acidez y textura:
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Una vez servido, añade unas gotas de limón o lima para balancear la mantequilla.
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Si te gusta la textura crujiente, un puñado de frutos secos tostados (como almendras o nueces) aporta contraste agradable.
El truco del vídeo —mantequilla y tomate sobre arroz blanco— es excelente como base rápida. Pero si agregas un sofrito, sustituyes parte del agua por caldo, usas especias, y terminas con hierbas frescas y frutos secos, conviertes una opción simple en un plato gourmet.
¡Un plato sin complicaciones, con ingredientes comunes y resultados sorprendentes!