¿El arroz no está rico? ¡Prueba esto!

¿Estás cansado de comer siempre el mismo arroz blanco sin sabor? A veces, lo más sencillo puede volverse extraordinario con solo un par de ingredientes. Esta receta es una forma rápida y deliciosa de darle un giro sabroso al arroz común, usando elementos que probablemente ya tengas en casa.

En pocos minutos, vas a conseguir un acompañamiento cremoso, apetitoso y con un sabor casero irresistible. Ideal para cuando no tenés tiempo pero querés comer bien.

La receta podrás seguirla en el siguiente vídeo del canal de Sabrosos Tasty:

Ingredientes

  • Arroz blanco (cantidades al gusto)

  • Sal

  • Manteca o mantequilla

  • Tomate triturado o salsa de tomate (según se muestra en el vídeo)

Preparación

  1. Cocina el arroz blanco con sal al gusto.

  2. Una vez listo, añade una porción de mantequilla y tomate triturado.

  3. Mezcla bien hasta que el arroz esté homogéneo, cremoso y lleno de sabor.

Consejos adicionales para mejorar la receta

1. Añade caldo en lugar de agua:

  • Cocina el arroz usando caldo de pollo, vegetal o carne para darle más profundidad de sabor.

  • Puedes también incorporar pequeñas cantidades de mantequilla al final para potenciar la suavidad.

2. Técnica de sofreír preliminar:

  • Antes de añadir agua o caldo, sofríe brevemente el arroz crudo junto con un diente de ajo picado o una cebolla pequeña. Esto ayuda a que los granos queden más sueltos y con un sabor tostado

3. Uso de especias y hierbas:

  • Incluye una pizca de comino, pimentón o cúrcuma en el agua de cocción para matices sutiles.

  • Al final, añadir hierbas frescas como perejil, cilantro o cebollín aporta frescura y complejidad.

4. Textura ideal:

  • Si buscas un arroz menos húmedo, reduce ligeramente el agua: 1:1 de arroz a agua es buena referencia.

  • Otra opción es esparcir el arroz en una bandeja tras la cocción para que se enfríe ligeramente antes de añadir la mantequilla y tomate.

5. Presentación final con acidez y textura:

  • Una vez servido, añade unas gotas de limón o lima para balancear la mantequilla.

  • Si te gusta la textura crujiente, un puñado de frutos secos tostados (como almendras o nueces) aporta contraste agradable.

El truco del vídeo —mantequilla y tomate sobre arroz blanco— es excelente como base rápida. Pero si agregas un sofrito, sustituyes parte del agua por caldo, usas especias, y terminas con hierbas frescas y frutos secos, conviertes una opción simple en un plato gourmet.

¡Un plato sin complicaciones, con ingredientes comunes y resultados sorprendentes!