De un tallo casi seco a un arbusto frondoso y floreciente: cómo devolver la vida a los geranios.

El geranio es una de las plantas más queridas en los hogares, gracias a su resistencia y sus flores coloridas. Sin embargo, con el tiempo puede comenzar a perder fuerza: los tallos se alargan, las hojas se ponen amarillas y el florecimiento se detiene. Si tu geranio parece una planta débil y seca, no lo des por perdido. Con un poco de cuidado y paciencia, es posible devolverle su esplendor.

Etapa 1: Otras y rejuvenecer tu geranio

La poda es la clave para despertar a la planta y estimular el crecimiento de nuevos brotes.

  • Cuándo hacerlo: entre enero y marzo, justo después de la floración.

  • Cómo hacerlo correctamente:

    1. Retira los tallos débiles y demasiado largos, dejando solo los más fuertes.

    2. Conserva al menos 4 o 5 nudos en cada tallo; de allí brotarán nuevas ramas.

    3. Aplica un poco de canela en los cortes para evitar infecciones y acelerar la cicatrización.

    4. Reduce el riego hasta que observes el crecimiento de nuevos brotes.

Si la planta está demasiado estirada, no dudes en cortar casi hasta la base: de allí surgirán tallos laterales que darán más volumen.

Etapa 2: Propagar geranios con esquejes

Una excelente forma de no solo salvar tu planta, sino también multiplicarla.

  • Cómo preparar los esquejes:

    • Elige brotes sanos de unos 6 a 7 cm.

    • Quita las hojas inferiores y deja solo 2 o 3 en la parte superior.

    • Sella el corte con canela para evitar hongos.

  • Cómo enraizarlos:

    1. Planta los esquejes en un sustrato suelto y bien drenado (puedes añadir vermiculita).

    2. Si quieres acelerar el proceso, usa un enraizante natural como ácido succínico o un enraizador comercial.

    3. Riega ligeramente con agua tibia.

    4. Cubre con una bolsa o frasco de vidrio para crear un efecto invernadero.

    5. Ventila de vez en cuando y en 2 o 3 semanas verás raíces nuevas.

También puedes enraizar los esquejes en agua, agregando un trozo de carbón activado para mantenerla limpia.

Etapa 3: Nutrir para fortalecer

Una vez que tu geranio empiece a rebrotar, es momento de darle energía extra.

  • Primera fertilización: usa un abono rico en nitrógeno para estimular el crecimiento.

    • Mezcla 1 cucharadita de amoníaco en 1 litro de agua y riega directamente en la base.

  • Segunda fertilización: fortalece la planta con ácido succínico, que mejora sus defensas naturales.

    • Disuelve 2 tabletas en 1 litro de agua y pulveriza las hojas.

Evita abonar durante el invierno, cuando la planta está en reposo.

Consejos de cuidado para mantenerlos sanos

  • Luz: necesitan abundante luz, pero no sol directo en las horas más intensas.

  • Riego: en verano, dos veces por semana; en invierno, cada 10 a 14 días.

  • Sustrato: mezcla ligera con buen drenaje (tierra, arena y compost).

  • Temperatura: ideal entre 18 y 22 °C; en invierno tolera hasta 10-15 °C.

  • Trasplante: cada 2 o 3 años, o cuando las raíces llenen la maceta.

Para revivir un geranio seco y débil basta con podar correctamente, multiplicar por esquejes y nutrir con los fertilizantes adecuados. Si además le das buena luz y riego controlado, en pocas semanas tu planta se transformará en un arbusto vigoroso y lleno de flores.