Cuando el tiempo escasea pero el antojo de algo salado y delicioso aparece, esta receta se convierte en una opción ideal. Se trata de un hojaldre con jamón y queso que se prepara en minutos, con ingredientes simples y un resultado que gusta a grandes y chicos.
Perfecto para una merienda improvisada, una cena ligera o como entrada para una reunión. A continuación, se describe la receta:
Ingredientes
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1 masa de hojaldre (puede ser refrigerada o congelada, ya lista para usar)
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150 g de jamón cocido (en lonchas o fetas)
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150 g de queso (puede ser mozzarella, emmental o cualquier queso que funda bien)
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1 huevo (para pincelar)
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Semillas de sésamo o amapola (opcional)
Preparación paso a paso
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Preparar la masa:
Si la masa está congelada, descongelarla completamente. Estirarla ligeramente con un palo de amasar para dejarla más fina y pareja. -
Agregar el relleno:
Colocar las lonchas de jamón sobre la mitad de la masa, dejando un pequeño borde sin cubrir. Encima, disponer el queso elegido, también en lonchas o rallado grueso. -
Cerrar y sellar:
Doblar la otra mitad de la masa sobre el relleno y presionar los bordes con un tenedor para que no se escape el queso durante la cocción. -
Cortar porciones individuales:
Con un cuchillo afilado, cortar en porciones del tamaño deseado: pueden ser rectángulos, triángulos o incluso enrollarlos para hacer pequeños espirales. -
Pincelar con huevo:
Batir un huevo y pincelar la superficie para que se dore bien al hornearse. Si se desea, espolvorear semillas de sésamo o amapola por encima. -
Hornear:
Llevar al horno precalentado a 200 °C durante 15 a 20 minutos, o hasta que el hojaldre esté dorado y crujiente.
Consejos adicionales
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Variaciones: Podes agregarle un toque de mostaza o una capa fina de salsa blanca antes de poner el jamón para dar un sabor más intenso.
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Más crocante: Para lograr un hojaldre extra crujiente, coloca una bandeja caliente debajo durante los primeros 5 minutos de cocción.
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Congelación: Estos hojaldres se pueden congelar ya armados, antes de hornear. Solo hay que sacarlos unos minutos antes de llevar al horno.
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Queso que no se derrame: Si usas un queso muy fundente como mozzarella, podés añadir una pizca de almidón de maíz para que el relleno no se desborde.
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Versión vegetariana: Se puede reemplazar el jamón por espinaca salteada o tomates secos con queso.
Este tipo de receta es ideal para improvisar con lo que hay en la heladera y siempre queda bien. ¡Un bocado simple, rápido y muy sabroso que te saca del apuro en cualquier momento!