Si tienes en casa una sartén vieja que ya no cumple su función, especialmente al momento de freír huevos que se pegan o se rompen, no te apresures a desecharla. Existe un truco muy sencillo, económico y eficaz que puede devolverle su efecto antiadherente y alargar su vida útil sin necesidad de invertir en una sartén nueva.
Paso a paso para restaurar tu sartén
1. Calienta la sartén y añade sal
Coloca la sartén sobre el fuego y añade un poco de sal gruesa o fina, no hace falta que sea mucha cantidad. Esparce bien la sal por todo el fondo y asegúrate de que también llegue a los laterales. Esto es importante, ya que los alimentos grandes o grasosos tienden a pegarse en los bordes, no solo en el fondo.
2. Deja actuar la sal
Permite que la sal actúe durante unos 2 minutos. Este paso ayuda a eliminar residuos y grasa acumulada, y también colabora en la restauración de la superficie antiadherente de la sartén.
3. Retira la sal con cuidado
Usa papel de cocina para limpiar la sal caliente. Hazlo con precaución, ya que la sartén estará muy caliente. Al retirar la sal, es probable que veas algunas manchas blancas o residuos, lo que indica que el proceso está funcionando.
4. Añade aceite para crear una nueva capa protectora
Una vez que la sartén esté limpia, añade un poco de aceite. Puede ser aceite de oliva o aceite vegetal común. Usa un papel de cocina para distribuir el aceite por toda la superficie, incluyendo los bordes. Esto creará una nueva capa protectora que mejora la antiadherencia.
5. Prueba su funcionamiento
Para comprobar si el truco funcionó, agrega un poco de mantequilla a la sartén y fríe un huevo. Verás cómo se cocina perfectamente sin pegarse. Esta técnica prolongará la vida útil de tu sartén y evitará que gastes dinero en utensilios nuevos.
Consejos adicionales
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Repite el proceso una vez al mes si usas la sartén con frecuencia. Esto mantendrá sus propiedades antiadherentes por más tiempo.
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Evita usar utensilios metálicos sobre la superficie, ya que pueden rayarla y reducir su eficacia.
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Limpia siempre con esponjas suaves, sin productos abrasivos.
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Guarda la sartén bien seca y con una ligera capa de aceite, si no la vas a usar por un tiempo. Esto evitará la oxidación y la preservará mejor.
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Este truco es ideal para sartenes de hierro, acero o aluminio, pero no es recomendable en teflón dañado, ya que puede empeorar la superficie.
Para una mayor comprensión de este contenido te invitamos a ver el siguiente video del canal de Consejos Caseros:
Este método es una excelente alternativa para quienes buscan economizar y aprovechar al máximo los utensilios de cocina. Con solo sal y aceite, puedes devolverle a tu sartén vieja una nueva vida útil.