¿Te imaginás cultivar tus propios kiwis en casa? Aunque parezca una fruta exótica y difícil de lograr, lo cierto es que plantar kiwi desde semilla es un proceso accesible y muy gratificante. Con un poco de paciencia y cuidados básicos, podés ver germinar tus propias plantas y, con el tiempo, cosechar deliciosos frutos en tu propio jardín o maceta.
En esta guía te explicamos paso a paso cómo hacerlo, desde que extraés la semilla hasta que la planta comienza a dar frutos. ¡Animate a probarlo y disfrutá del sabor de tus propios frutos!
🥝 Guía completa para plantar kiwi: ¡de semilla a fruta!
1. Extracción de semillas
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Tomá un kiwi maduro y cortalo por la mitad.
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Con una cuchara, extraé algunas semillas.
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Colocalas en un colador y enjuagalas bajo el agua para quitar toda la pulpa que las rodea.
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Secalas sobre papel absorbente durante 24 horas.
2. Germinación de las semillas
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Colocá las semillas secas en una servilleta de papel húmeda, dentro de una bolsa plástica hermética o un recipiente con tapa.
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Guardá el recipiente en un lugar cálido, con luz indirecta.
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En unos 7 a 14 días, comenzarán a germinar.
3. Trasplante a maceta
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Cuando las semillas tengan pequeñas raíces, trasplantalas a una maceta con tierra fértil y buen drenaje.
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Plantá cada brote a unos 2-3 cm de profundidad.
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Mantené la tierra húmeda, pero no encharcada.
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Ubicalas en un lugar cálido con buena iluminación natural.
4. Cuidados durante el crecimiento
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El kiwi necesita un tutor o enrejado para trepar, ya que es una planta trepadora.
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Riégalo regularmente, sin excesos.
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Fertilizá cada 30 días con compost, humus o abono natural.
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Asegurate de podar las ramas débiles y guiar el crecimiento de la planta.
5. Floración y fructificación
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Las plantas de kiwi pueden tardar entre 3 a 5 años en dar frutos.
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Son plantas dioicas: existen plantas macho y plantas hembra. Solo las hembras dan fruto, pero necesitan de una macho cerca para ser polinizadas.
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Si querés asegurar frutos, necesitás germinar varias semillas para tener al menos un macho y una o más hembras.
✅ Consejos útiles:
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Clima ideal: El kiwi prefiere climas templados, sin heladas extremas ni calor excesivo. Si vivís en un lugar con inviernos fríos, protegé la planta o cultivala en maceta y trasladala.
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Sol y sombra: Necesita luz solar directa, al menos unas 6 horas al día.
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Poda regular: Estimula el crecimiento y la producción de fruta.
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Polinización manual: Si no hay insectos suficientes, podés pasar un pincel suave entre las flores macho y hembra para asegurar la fecundación.
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Paciencia: Aunque la espera puede ser larga, el proceso es simple y los resultados valen la pena.
Cultivar kiwi en casa es mucho más fácil de lo que parece. Solo necesitás constancia, buenos cuidados y un poco de amor por las plantas.