Conservar tomates frescos durante un largo período puede ser una excelente manera de disfrutar de su sabor y frescura incluso fuera de temporada. Este método infalible te permitirá almacenar tomates hasta por dos años, sin necesidad de usar vinagre. Es sencillo y requiere solo unos pocos ingredientes, pero el resultado es una deliciosa conserva casera que mejorará tus platos favoritos, como salsas para pasta o guisos.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Ingredientes para 3 frascos de 2 litros:
- 7 kilos de tomates maduros
- Hojas de albahaca fresca (opcional, al gusto)
- Agua hirviendo para esterilizar los frascos
Tiempo total:
- Preparación: 15 minutos
- Cocción: 30 minutos
- Vida útil: 2 años
Pasos para la Conservación de los Tomates
1. Selecciona los tomates adecuados
La clave para una conserva exitosa radica en la selección de los tomates. Lo ideal es usar tomates bien maduros, ya que aportarán más sabor a la conserva. Si cultivas tus propios tomates, asegúrate de que estén en su punto óptimo de madurez. De lo contrario, puedes consultarle a tu verdulero de confianza para elegir la mejor variedad.
Un buen indicador de madurez es que el tallo se desprenda fácilmente del tomate. Si los tomates no están lo suficientemente maduros, puedes esperar uno o dos días antes de comenzar con la preparación.
2. Esteriliza los frascos
Antes de comenzar con la preparación del tomate, es fundamental esterilizar los frascos donde vas a almacenarlos. Para ello, hierve los frascos de vidrio en una cacerola grande con agua durante al menos 10 minutos. Esto eliminará cualquier bacteria o microorganismo que podría afectar la conservación.
Una vez esterilizados, déjalos secar boca abajo sobre una superficie limpia.
3. Prepara los tomates
Comienza cortando los tomates en trozos pequeños. Luego, licúalos hasta obtener un puré homogéneo. Si prefieres una textura más gruesa, puedes triturarlos ligeramente para mantener algunos trozos.
Traslada el puré de tomate a una cacerola grande y lleva a ebullición a fuego medio. Mientras hierve, retira la espuma que se forma en la superficie con una cuchara. Esto mejorará la textura final de la conserva.
Deja que el puré hierva durante unos 5 minutos adicionales para que espese un poco y se concentren los sabores.
4. Llena los frascos
Una vez que el puré esté listo, es hora de llenar los frascos. Coloca algunas hojas de albahaca fresca en cada frasco para darle un toque aromático y de sabor. Luego, vierte el puré de tomate caliente hasta casi el borde del frasco, dejando un pequeño espacio libre.
Es importante que no quede aire en el frasco, por lo que puedes agitarlo suavemente para que el puré se asiente bien.
5. Sella los frascos
Para sellar correctamente los frascos y garantizar su conservación a largo plazo, debes crear un vacío. Coloca los frascos llenos en una cacerola con agua hirviendo, asegurándote de que el agua cubra completamente los frascos. Déjalos hervir durante 10 minutos.
Este proceso de «baño maría» permitirá que los frascos se sellen herméticamente, impidiendo que entre aire y asegurando una conservación prolongada.
6. Almacenamiento
Una vez que hayas sellado los frascos, retíralos del agua hirviendo con cuidado y déjalos enfriar a temperatura ambiente. Cuando estén fríos, verifica que el sellado sea correcto presionando ligeramente en el centro de la tapa; si no cede, significa que el frasco está bien sellado.
Guarda los frascos en un lugar fresco, seco y oscuro. Los tomates conservados de esta manera pueden durar hasta 2 años sin perder sabor ni calidad.
Consejos para una Mejor Conserva
- Calidad de los tomates: Asegúrate de usar tomates frescos y de buena calidad, ya que esto influirá directamente en el sabor de la conserva.
- Albahaca fresca: Aunque es opcional, la albahaca aporta un toque de frescura y aroma que realzará los platos en los que uses la conserva.
- Controla el sellado: Siempre revisa los frascos antes de almacenarlos. Un sellado deficiente puede llevar a la descomposición de los tomates y poner en riesgo la seguridad alimentaria.
¿Por qué conservar tomates sin vinagre?
Este método de conservación sin vinagre permite mantener el sabor natural del tomate, sin alterar su frescura o acidez. Es ideal para aquellos que buscan un sabor auténtico y sin interferencias en sus salsas o recetas.
Con este sencillo método, puedes disfrutar de tomates frescos y llenos de sabor durante todo el año, sin preocuparte por las fluctuaciones de precio o calidad en los supermercados. Además, es una manera de aprovechar al máximo los productos de temporada. Recuerda siempre verificar que los frascos estén bien sellados antes de consumirlos y deséchalos si notas algún cambio en su color, olor o sabor.
Con esta técnica, tus conservas estarán siempre listas para transformar cualquier plato en una delicia casera y saludable. ¡Anímate a probarlo y disfruta del sabor del verano durante todo el año!