Cinco razones por las que hiervo la remolacha en una bolsa. Se lo recomiendo a todas las amas de casa.

Hace poco le pregunté a mi hermana: “¿Todavía cocinás la remolacha como antes?”. Su respuesta me sorprendió: “¿Y de qué otra forma se puede hacer?”. Justamente ahí está el problema: seguimos usando métodos antiguos cuando existen formas más rápidas y eficientes.

Hasta hace unos años, también creía que era normal esperar más de una hora para que la remolacha esté lista. Pero desde que descubrí este truco, hervirla se volvió mucho más fácil, limpio y rápido. Ahora comparto con vos este método que toda ama de casa o cocinero doméstico debería conocer.


¿Por qué hervir la remolacha en una bolsa?

1. Reduce el tiempo de cocción a la mitad

Antes necesitábamos más de una hora para que la remolacha se ablande. Ahora, con este método, está lista en solo 25 minutos. Ideal si querés hacer una ensalada rápida o preparar una guarnición sin esperar tanto.

2. Conserva mejor los nutrientes

La cocción en bolsa evita que los jugos naturales se pierdan en el agua. Esto significa que la remolacha mantiene su sabor, su color intenso y, lo más importante, sus propiedades nutricionales, como las vitaminas del grupo B, el hierro y los antioxidantes.

3. No ensuciás la olla

Uno de los grandes problemas de hervir remolacha es cómo queda la olla: manchada y difícil de limpiar. Con este truco, la olla se mantiene casi impecable. Solo necesitás enjuagarla al final y listo. Ya no más ollas teñidas de rojo.

4. No hay olor fuerte en la cocina

Aunque el aroma de la remolacha no es desagradable, puede impregnar la cocina. Al hervirla dentro de una bolsa bien cerrada, se evita completamente ese olor. Es una gran ventaja para quienes prefieren un ambiente neutro mientras cocinan.

5. Mejora el sabor de las variedades menos dulces

Incluso las remolachas forrajeras o menos sabrosas adquieren un sabor espectacular con este truco. Solo tenés que agregar una cucharadita de azúcar dentro de la bolsa antes de cerrarla. Esto realza su dulzura y las convierte en una delicia.


Cómo hacerlo paso a paso

  1. Lavá bien la remolacha, sin pelarla.

  2. Colocala dentro de una bolsa resistente al calor.

  3. Agregá una cucharadita de azúcar.

  4. Cerrá la bolsa con un nudo fuerte para evitar que se escape el jugo.

  5. Introducí la bolsa en una olla con agua hirviendo.

  6. Herví durante 25 minutos.

  7. Terminada la cocción, pasá la bolsa a un recipiente con agua fría para cortar la cocción y facilitar el pelado.


Consejos y recomendaciones adicionales

  • Elegí bolsas resistentes al calor, como las de cocción para horno o microondas. No uses bolsas comunes de supermercado.

  • No peles la remolacha antes de hervirla, para conservar mejor el color y los nutrientes.

  • Si querés un toque aromático, podés agregar al agua de cocción algunas especias como clavo de olor o laurel, aunque no ingresen a la bolsa.

  • Usá guantes para pelarla después de cocida, así evitás mancharte las manos.

  • Este método también funciona al vapor, si preferís no hervir con agua directamente.


Este truco cambió por completo mi forma de cocinar remolacha. Probalo una vez, y vas a ver por qué nunca más vas a querer volver al método tradicional.