Beneficios de la tuna: por qué incluir esta fruta en tu dieta y cómo consumirla correctamente

La tuna, también conocida como higo chumbo o nopalera, es una fruta originaria de México que ha comenzado a ganar popularidad en distintas partes del mundo. Con su sabor dulce, textura suave y un perfil nutricional notable, esta fruta proveniente del cactus nopal se ha convertido en una aliada de la salud.

A continuación, exploraremos sus propiedades, cómo consumirla de forma segura y los posibles efectos secundarios a tener en cuenta.

¿Qué es la tuna y por qué es tan especial?

La tuna es el fruto del nopal, un cactus típico de regiones áridas como México y Centroamérica. Se presenta en colores que van del verde y amarillo hasta el rojo intenso. De forma ovalada y similar a una pera, contiene una pulpa jugosa y dulce, repleta de pequeñas semillas.

Tradicionalmente consumida en México, su uso se ha expandido a países como Estados Unidos, Chile y algunas regiones de Europa, donde ya es reconocida por sus múltiples beneficios nutricionales.


Siete razones para incluir tuna en tu alimentación

1. Es rica en nutrientes esenciales

En una taza de tuna (149 g) encontramos:

  • 1 g de proteínas

  • 1 g de grasa

  • 14 g de carbohidratos

  • 5 g de fibra

  • 30% del magnesio diario recomendado

  • 23% de vitamina C

  • 7% de potasio

  • 6% de calcio

  • Solo 61 calorías

Además, contiene antioxidantes como flavonoides y ácidos fenólicos que ayudan a combatir el envejecimiento celular.

2. Contribuye a la pérdida de peso

Gracias a su bajo contenido calórico y su riqueza en fibra soluble e insoluble, la tuna promueve la saciedad, ayuda a controlar el apetito y mejora la digestión. También reduce la absorción de grasas y azúcares en el intestino, lo que la convierte en una excelente aliada para quienes buscan perder peso de manera saludable.

3. Mejora la salud de la piel y el cabello

Los antioxidantes de la tuna combaten los radicales libres, previenen el envejecimiento celular y estimulan la producción de colágeno. Esto se traduce en una piel más firme y luminosa, así como en un cabello más fuerte y saludable.

Un estudio realizado en la Universidad de Palermo (Italia) demostró que la ingesta de tuna puede aumentar los niveles de vitamina C y reducir el daño oxidativo en las células.

4. Es útil para personas con diabetes

La tuna tiene un bajo índice glucémico y un alto contenido de fibra, lo que ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre. Un estudio de la Universidad de Canberra (Australia) reveló que el consumo de tuna puede disminuir la glucosa en ayunas y mejorar la respuesta a la insulina tras las comidas. Eso sí, siempre se debe consultar al médico antes de incorporarla regularmente a la dieta en caso de diabetes.

5. Disminuye el colesterol y cuida el hígado

La fibra de la tuna reduce la absorción intestinal de grasas, ayudando a disminuir el colesterol LDL (colesterol “malo”). Esto protege el corazón y previene enfermedades como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.

También se ha observado que la tuna ayuda a prevenir el hígado graso y mejora su función gracias a su efecto antiinflamatorio y antioxidante, especialmente en casos asociados al consumo de alcohol.

6. Refuerza el sistema inmunológico

La tuna aporta vitamina C, vitamina E y otros micronutrientes clave para la función inmunitaria. Estimula la producción de linfocitos y mejora la respuesta frente a virus y bacterias. Además, favorece la salud pulmonar y de las vías respiratorias.

7. Podría ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer

Investigaciones preliminares sugieren que los antioxidantes presentes en la tuna, como las betalaínas y polifenoles, pueden inhibir el crecimiento de células cancerígenas, especialmente en cáncer de ovario, cuello uterino y vejiga. Aunque los estudios aún son experimentales y realizados en animales o en laboratorio, se considera una fruta prometedora por su acción protectora celular.


Posibles efectos secundarios de la tuna

Aunque es muy beneficiosa, el consumo excesivo de tuna puede provocar algunos inconvenientes:

Molestias gastrointestinales

Su alto contenido de fibra puede causar gases, hinchazón o diarrea si se consume en grandes cantidades, especialmente en personas con sensibilidad digestiva.

Semillas difíciles de digerir

La tuna contiene muchas semillas que, en algunos casos, podrían contribuir a la obstrucción intestinal si no se mastican correctamente o si se ingiere en exceso.

Riesgo con las espinas

Es fundamental asegurarse de que la fruta esté completamente limpia antes de consumirla. Las espinas pueden causar lesiones en la boca, garganta y esófago si no se retiran correctamente.

Embarazo y lactancia

No se han realizado estudios concluyentes sobre su seguridad en mujeres embarazadas o lactantes, por lo que se recomienda consultar con el médico antes de consumirla en estas etapas.


¿Cómo se come la tuna correctamente?

Antes de consumirla:

  1. Usar guantes y pinzas para manipularla si conserva espinas.

  2. Retirar los “ojitos” con un cuchillo o pasándola sobre el fuego para eliminar restos de espinas.

  3. Lavar bien la fruta y restregarla suavemente con un cepillo.

Formas de consumo:

  • Cruda, en rodajas o trozos

  • En ensaladas de frutas

  • En jugos, mermeladas, helados y cócteles


Una fruta deliciosa, nutritiva y poderosa

La tuna es mucho más que una fruta exótica. Su perfil nutricional, su sabor único y sus beneficios comprobados la convierten en una excelente opción para mejorar la salud de forma natural.

Incorpórala a tu dieta con moderación, presta atención a las recomendaciones y disfruta de todo lo que esta fruta del desierto puede ofrecerte.


Nota: Este artículo tiene fines informativos. Consulta siempre con un médico o nutricionista antes de hacer cambios importantes en tu dieta, especialmente si padeces enfermedades crónicas o estás embarazada.