Cada vez son más las personas que buscan formas creativas de transformar ingredientes simples en platos llenos de sabor. En esta receta, partimos de algo tan cotidiano como los frijoles cocidos, pero al combinarlos con un poco de aceite caliente y algunos condimentos, logramos una preparación sorprendente por su aroma, textura y versatilidad.
Este truco, revelado en un popular video, demuestra que no hace falta una larga lista de ingredientes ni técnicas complicadas para obtener un resultado delicioso. Ideal como guarnición o incluso como plato principal, esta receta es rápida, económica y muy sabrosa.
A continuación, podrás seguir la preparación de la receta en el siguiente vídeo del canal de
Recipes Learn:
Ingredientes
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400 g de frijoles cocidos (pueden ser blancos, negros o rojos)
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3 cucharadas de aceite de oliva (o el aceite de tu preferencia)
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1 diente de ajo (picado fino)
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Sal al gusto
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Pimienta recién molida al gusto
Procedimiento mejorado
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Escurrir y secar los frijoles
Coloca los frijoles cocidos en un colador y asegúrate de que estén bien secos para evitar salpicaduras al añadir el aceite. -
Precalentar el aceite
En una sartén a fuego medio-alto, calienta el aceite hasta que empiece a brillar, sin llegar a humear. -
Saltear el ajo
Añade el ajo picado y saltéalo unos 30 segundos hasta que desprenda su aroma. Ten cuidado de no quemarlo para evitar amargor. -
Incorporar los frijoles
Añade los frijoles a la sartén y mézclalos con suavidad para no aplastar la piel. Cocina durante 2–3 minutos, hasta que los frijoles tomen un tono ligeramente dorado. -
Salpimentar y remover
Ajusta sal y pimienta al gusto. Cocina por 1 minuto más, removiendo para que los condimentos se integren bien. -
Servir inmediatamente
Retira del fuego y sirve caliente para preservar la textura crujiente de la piel del frijol.
Consejos adicionales para enriquecer la receta
1. Aromatizar el aceite
Añade desde el inicio una hoja de laurel, una ramita de tomillo o unas escamas de chile seco para infusionar el aceite con sabores aromáticos. Luego, retíralos antes de incorporar los frijoles.
2. Mejorar la textura
Cambia la mezcla agregando a mitad de cocción:
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Pan rallado tostado: añade un puñado para dar un toque crujiente.
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Semillas de sésamo y cilantro: mezcla justo al servir para un aspecto visual y gusto frescos.
3. Intensificar sabor
Al final, incorpora un chorrito pequeño de limón o vinagre de manzana para elevar los matices y equilibrar la riqueza del aceite.
4. Convertirlos en plato principal
Sirve con:
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Tortillas calientes (tipo taco o fajita)
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Pan rústico o tostadas
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Arroz integral o quinoa
Agrega proteína: cubos de queso fresco, tofu marinado o trozos de pollo a la plancha para una comida más completa.
5. Almacenamiento adecuado
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Enfría completamente y guarda en recipiente hermético.
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Conserva en heladera hasta 3 días.
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Para recalentar, añade un chorrito de agua o aceite extra y calienta en sartén; si usas microondas, hazlo en intervalos cortos para no resecar.
Variaciones creativas:
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Versión picante: incluye una pizca de pimentón picante o unas rodajas de chile fresco.
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Con verduras: añade pimiento morrón, cebolla o calabacín salteados a mitad del proceso.
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Toque vegetal: reemplaza parte del aceite por caldo de verduras bajo en sodio.
Perfecto como guarnición, tapa o plato principal. ¡A cocinar con sabor y creatividad