Aunque muchos vehículos modernos están diseñados para durar cientos de miles de kilómetros, lo cierto es que numerosos autos sufren fallos prematuros mucho antes de llegar a los 150 000 kilómetros.
Esto no siempre se debe a defectos de fabricación, sino a malos hábitos de conducción y mantenimiento que, de manera silenciosa, deterioran el vehículo con el tiempo.
A continuación, exploramos 13 costumbres comunes que podrían estar acortando la vida útil de tu auto sin que lo notes.
1. Conducir con poco combustible en el tanque
Circular frecuentemente con el tanque casi vacío puede dañar la bomba de combustible. Esta pieza se enfría con el mismo combustible; cuando el nivel es bajo, la bomba trabaja en seco, se sobrecalienta y se desgasta más rápido.
2. Acelerar el motor en frío
Arrancar el motor y acelerar de inmediato, especialmente en días fríos, impide que el aceite se distribuya correctamente. Esto provoca un mayor roce entre piezas internas, aumentando el desgaste del motor.
3. Ignorar el mantenimiento preventivo
Saltarse cambios de aceite, filtros o revisiones programadas compromete la salud general del auto. El mantenimiento regular evita daños mayores y prolonga la vida útil de los componentes.
4. No prestar atención a las luces del tablero
Muchas personas ignoran las señales de advertencia del tablero hasta que ya es demasiado tarde. La luz de “Check Engine” o de presión de aceite puede indicar problemas graves que deben atenderse de inmediato.
5. Cruzar zonas inundadas o charcos profundos
Pasar por calles anegadas puede introducir agua en el motor, el sistema eléctrico o los frenos. Esto puede provocar daños irreversibles y dejar el vehículo inoperable.
6. Descuidar la presión de los neumáticos
La presión inadecuada genera un desgaste irregular de los neumáticos, aumenta el consumo de combustible y afecta la seguridad del vehículo. Revisarla mensualmente es clave.
7. Usar excesivamente los frenos en bajadas
Frenar constantemente en pendientes largas sobrecalienta el sistema de frenos, reduciendo su eficacia y acortando la vida útil de pastillas y discos.
8. No reparar impactos en el parabrisas
Un pequeño golpe en el parabrisas puede convertirse rápidamente en una grieta. Si no se repara a tiempo, puede requerir el reemplazo completo del cristal.
9. No lavar el auto con regularidad
La suciedad, el polvo, los excrementos de aves y la sal (en zonas frías) pueden corroer la pintura y la carrocería. Mantener el vehículo limpio no es solo una cuestión estética, sino también preventiva.
10. Cambiar de marcha sin detener completamente el vehículo
En los autos automáticos, cambiar de reversa a drive (o viceversa) sin frenar completamente puede dañar la transmisión. Esta práctica somete a la caja a un estrés innecesario.
11. Pasar baches o lomos de burro a alta velocidad
Los impactos fuertes con desniveles afectan la suspensión, la alineación y pueden dañar los amortiguadores o incluso el cárter del motor.
12. Golpear repetidamente cunetas o cordones
Al estacionar, muchos conductores rozan o golpean el cordón de la vereda. Esto desalineará la dirección, dañará los neumáticos o incluso las llantas.
13. Dejar el auto parado por mucho tiempo
Un auto que permanece sin uso durante semanas o meses puede presentar problemas en la batería, los fluidos se deterioran, los frenos se oxidan y los neumáticos se deforman. Es recomendable encender y mover el vehículo cada tanto.
Cuidar un automóvil no requiere grandes conocimientos mecánicos, sino atención y buenos hábitos. La clave está en prevenir, revisar y conducir con conciencia.
¡Un mantenimiento responsable no solo ahorra dinero, también asegura mayor seguridad en el camino!