Cultivar plantas en agua es una alternativa práctica, limpia y decorativa para llenar tu cocina o cualquier espacio interior con frescura y verde natural. Algunas hierbas y plantas ornamentales prosperan perfectamente sin tierra, solo con cuidados básicos y una buena fuente de luz natural indirecta. Esta técnica, además de ser decorativa, permite tener ingredientes frescos al alcance durante todo el año.
Preparación Inicial
Para algunas especies como el eneldo, la mostaza o el cilantro, se recomienda iniciar su desarrollo en tierra. Esto permite que las raíces se fortalezcan y se adapten mejor cuando sean trasladadas al medio acuático. Las raíces terrestres necesitan un tiempo de transición para funcionar correctamente en agua.
Cómo Cultivar Plantas en Agua
1. Elección del Recipiente:
- Utiliza frascos o botellas de vidrio. Si es posible, elige botellas de agua mineral para aportar nutrientes.
- Evita el agua clorada. Si solo tienes agua de grifo, déjala reposar una noche o usa agua de lluvia.
2. Protección contra la Luz:
- Las raíces deben estar protegidas de la luz directa para evitar la formación de algas.
- Usa recipientes de vidrio oscuro o cúbrelos con papel opaco.
3. Preparación de los Esquejes:
- Corta esquejes flexibles de unos 15 cm de largo.
- Retira las hojas inferiores para evitar que se pudran en el agua.
- Coloca los esquejes en el frasco, asegurándote de que no se doblen y que reciban oxígeno suficiente.
4. Mantenimiento del Agua:
- Cambia el agua cada 2 o 3 días para evitar malos olores o proliferación de mosquitos.
5. Estímulo al Enraizamiento:
- Una opción natural es dejar ramas de sauce en agua caliente toda la noche y usar ese líquido como enraizante.
- También se pueden usar hormonas comerciales de enraizamiento.
10 Plantas Perfectas para Crecer en Agua
- Menta
- Tomillo
- Orégano
- Toronjil (Melissa)
- Stevia
- Estragón
- Albahaca
- Salvia
- Romero
- Cilantro (una vez germinado en tierra)
Consejos para un Mejor Resultado
- Ubicación: Coloca las plantas en un lugar con buena luz natural pero sin exposición directa al sol.
- Supervisión: Observa las raíces. Si se ven viscosas o cambian de color, limpia el recipiente y reemplaza el agua.
- Aporte Nutricional: Si las hojas pierden vigor con el tiempo, puedes añadir unas gotas de fertilizante hidrosoluble orgánico cada 15 días.
Conclusión
Crear un pequeño jardín hidropónico en tu cocina es fácil, económico y muy decorativo. Además de embellecer tu hogar, tendrás hierbas frescas listas para cocinar, preparar infusiones o simplemente aromatizar el ambiente. Anímate a probar esta técnica y lleva un trozo de naturaleza a tu espacio sin necesidad de tierra.